La Cumbre en Copenhague abrió con un fuerte llamado a frenar el
| Con un insistente llamamiento a frenar de manera conjunta el calentamiento global, comenzó en Copenhague la mayor cumbre sobre el cambio climático celebrada jamás.
"El tiempo de las palabras ya pasó", dijo el secretario general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, en su discurso de apertura.
De Boer reclamó metas vinculantes en la protección del clima así como la confirmación inmediata de ayuda financiera por más de 10.000 millones de dólares (unos 6.700 millones de euros) anualmente de 2010 a 2012 para los países pobres.
Hasta el 18 de diciembre, representantes de los gobiernos de 192 estados buscarán establecer ambiciosas metas en materia climática. Nunca antes tantos países presentaron propuestas para reducir o frenar sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Una decisión de amplio alcance fue tomada en Washington: El presidente estadounidense, Barack Obama, podrá regular en el futuro las emisiones de dióxido de carbono también sin la aprobación del Congreso, si fuera necesario, según una decisión tomada por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, según sus siglas en inglés).
El jefe de gobierno de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen, confió en que los interlocutores de todo el mundo tomarán "decisiones difíciles pero necesarias". La cumbre climática "es una oportunidad extraordinaria", sostuvo. "El mundo no se puede permitir perderla", agregó.
El presidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, Rajendra Pachauri, subrayó la necesidad de reducir el calentamiento global a entre los 2 y los 2,4 grados. De lo contrario, las consecuencias pueden ser catastróficas.
La temperatura global promedio ya aumentó en el siglo XX en 0,74 grados y el nivel del mar, en 17 centímetros. Si se derrite el hielo de Groenlandia, podría aumentar en siete metros el nivel del mar. En África la falta de agua amenaza a entre 75 y 250 millones de personas hasta el año 2020, destacó.
La conferencia también debate las ayudas financieras para que los países en vías de desarrollo se puedan adaptar al cambio climático y las ayudas técnicas para que se desarrollen en armonía con el medio ambiente.
Europa podría confirmar hasta 7.000 millones de euros (unos 10.000 millones de dólares) para ayudar a los países en vías de desarrollo, según informaciones de círculos diplomáticos.
Los jefes de Estado y de gobierno de la UE quieren acordar en su encuentro cumbre este jueves y viernes en Bruselas una oferta común para las ayudas financieras. Esta propuesta se presentará luego en la conferencia de Copenhague.
De Boer planteó la visión de un "pastel de Navidad ideal" con tres capas de masa, en el que al final de la conferencia podrán arder las velas.
La base se conformaría de un acuerdo para actuar sin demora en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. La segunda capa contendría ambiciosas metas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y confirmar ayudas financieras. De Boer reclamó expresamente en ese sentido que las ayudas sean a largo plazo, a lo que casi ningún país industrializado quiere comprometerse.
La cobertura del pastel consistiría en una visión común para un futuro lejano.
El aluvión a la capital danesa, en tanto, es enorme: Según los organizadores, más de 15.000 personas de todo el mundo viajaron a Copenhague.
Como presidente de la conferencia fue nombrada la ministra de Medio Ambiente danesa, Connie Hedegaard.
En la segunda semana de la cumbre, los jefes de Estado y de gobierno de 110 países son esperados en Copenhague, entre ellos el estadounidense Barack Obama. Su anuncio de acudir a las negociaciones finales a pesar de su negativa inicial despertó nuevas esperanzas respecto de un acuerdo.