Martes 29 de Mayo de 2007, 12:39

Japón trata de levantar la moratoria ballenera

| La reunión de la Comisión Internacional Ballenera (CBI) ha comenzado en Anchorage (EEUU) entre las presiones de Japón para terminar con la moratoria para la caza de ballenas que existe desde hace 21 años y el temor de los ecologistas a que se levante la prohibición.


Aunque Japón, uno de los países que más se ha esforzado en revertir la moratoria desde su imposición en 1986, reconoce que no cuenta con el apoyo suficiente para forzar el fin de la prohibición, las organizaciones ecologistas denuncian que Tokio y sus aliados están minando el acuerdo. La organización estadounidense Pew Environment Group (PEG) recordó que a pesar de la moratoria, el año pasado Japón y otros países cazaron cerca de 2.500 ballenas por razones "científicas", el mayor número alcanzado desde que entró en vigor la prohibición. Otro dato manejado por los detractores es que, por primera vez desde 1986, la CBI ha permitido que este año Japón cace las emblemáticas ballenas jorobadas. Las organizaciones protectoras de animales además se temen que la posición nipona esté ganando adeptos en el seno de la comisión. Japón necesita el apoyo del 75% de los países representados en la CBI para poder anular la moratoria, pero ya el año pasado consiguió que una mayoría de las más de 70 naciones representadas en la comisión apoyasen una moción simbólica que solicitaba el fin de la medida. Los grupos ecologistas temen que este año el grupo de países en favor de la caza haya aumentado, por lo que consideran la reunión de este año como clave para lo que pueda pasar en el futuro próximo. El PEG, que presentará durante la 59 reunión anual de la CIB los resultados de un simposio celebrado en abril con la asistencia de más de 60 expertos mundiales, teme que los países opuestos a la caza de ballenas estén relajando su posición ante la constante presión de las naciones en favor de su caza. "La protección de las ballenas es una preocupación mundial" afirmó la semana pasada Joshua Reichert, director del PEG. "El actual sistema para conservar las ballenas no lo está consiguiendo. A menos que la comunidad mundial pueda encontrar una mejor forma para responder a las debilidades del sistema, estos animales se enfrentan a un futuro cada vez más incierto", añadió Reichert. [b]Japón, Noruega e Islandia quieren cazar más[/b] Japón, Noruega e Islandia (las principales naciones balleneras) consideran que tras más de dos décadas de protección, la CBI debería levantar la moratoria y permitir a sus flotas reanudar la caza comercial de los mayores mamíferos que existen en el planeta. Estos países argumentan que, tras más de dos décadas, la población de ballenas de todo el mundo se ha recuperado hasta niveles que hacen que la caza sea sostenible. A pesar de la moratoria, estos tres países cazan cada año centenares de ballenas bajo el pretexto de estudios científicos e investigación. Sólo Japón tiene una cuota "científica" de unos 2.000 animales al año. Además, la CBI reconoce el derecho de caza tradicional a los indígenas del Ártico (los inuit, antiguamente conocidos con el término despectivo de esquimal) dado que la carne de ballena, como la de otros mamíferos marinos, sigue siendo un elemento básico de su dieta. Pero Japón argumenta que sus poblaciones costeras tienen el mismo derecho histórico que los inuit a cazar ballenas. Ante la aparente imposibilidad de conseguir el número de votos suficientes para reanudar la caza comercial, uno de los principales puntos de la agenda de Tokio en la reunión de Anchorage es que se le permita aumentar la cuota de caza científica, algo a lo que se oponen las organizaciones ecologistas. Organizaciones como el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW) o Greenpeace han denunciado que el año pasado el número de animales cazados por Japón superó la demanda de carne de ballena en el país y que el excedente fue utilizado para producir carne para perros. Fuente: El Mundo.