| Japón ha fallado por segundo día consecutivo en su intento por lograr un apoyo mayoritario a su campaña para suavizar las regulaciones internacionales contra la caza de ballenas.
Tokio propuso este sábado que la Comisión Ballenera Internacional (CBI), reunida en la isla caribeña de Saint Kitts y Nevis, permita a varias de sus comunidades costeras cazar ballenas minke a pequeña escala.
Esta medida requería para su aprobación el respaldo del 75% de sus miembros, pero fue rechazada por 31 votos contra 30. La abstención de China, las islas Salomón, Guatemala, Kiribati y Corea del Sur fue clave.
En caso de haber recibido el visto bueno, hubiera sido la primera vez en dos décadas que una cuota ballenera obtiene un apoyo superior al 50% en la CBI.
Previamente, el país nipón ya había sufrido dos derrotas en sendas votaciones registradas el viernes.
En la primera de ellas se proponía que el voto fuera secreto, lo que previsiblemente habría favorecido el apoyo a su postura por parte de varios países del Caribe y el Pacífico, al evitarse el escarnio internacional hacia quienes respalden las capturas. Según Greenpeace, Tokio ha reclutado durante los últimos años para su causa a un total de 21 países a cambio de pagos por valor de unos 300 millones de dólares (casi 240 millones de euros).
La segunda iniciativa votada el viernes buscaba evitar que la Comisión discutiera el futuro de los delfines, marsopas y ballenas.
Durante años, Japón ha intentado revertir la moratoria de 1986 contra la caza comercial de ballenas. En esta ocasión se preveía que estuviera más cerca que nunca de lograr la mayoría, que hubiera permitido al país asegurarse de que la CBI se desentendiera de la protección de los cetáceos.
Fuente: ST. KITTS/NEVIS.