| Cerca de 400 cadáveres fueron hallados este sábnado por el ejército de Japón en el puerto de Rikuzentakata, al noreste de país, golpeado por un tsunami, y siguen las réplicas del sismo de 8.9 grados en la escala de Richter, que sacudió en al país asiático.
Los continuos movimientos telúricos ocasionaron un incidente en la cubierta del edificio que alberga el reactor nuclear de Fukushima Daiichi (Fukushima I) luego de producirse una explosión, por lo cual se está examinando el incremento en los niveles de radiación que pudo haber sido liberada.
Como consecuencia del incidente hubo liberación de vapor del reactor al edificio de contención -diseñado para este tipo de contingencias- y por lo tanto el nivel de radiación aumentó dentro de ese edificio de contención, informó el gobierno japonés.
En tanto, tres personas que fueron evacuadas de la zona donde se levanta la central nuclear de Fukushima, en la que se produjo la explosión, fueron hospitalizadas, ya que habrían quedado expuestas a la radiación, informó hoy la agencia de noticias Kiodo.
El ejército japonés informó que en el puerto de Rikuzentakata, que fue una de las zona más golpeadas por el maremoto se encontraron entre 300 y 400 cadáveres en esa región que está completamente inundada, consignó la agencia Ansa.
Otra de las zonas más afectadas es la localidad japonesa de Kesennuma, ubicada también en el noreste del país, que está sumergida en una tercera parte por el agua ingresada a tierra firme luego del tsunami.
La ciudad, habitada por 74.000 personas en la prefectura de Miyagi, cerca de Sendai, sufrió también grandes incendios provocados por el terremoto, de acuerdo a lo señalado por la agencia Europapress. Los daños ocasionados por el sismo hicieron que al menos 1,4 millones de viviendas en Japón no dispongan de agua corriente y se estima que 3 millones de japoneses están sin servicio de luz.
Esta mañana un nuevo temblor con epicentro en Tokio sacudió la capital japonesa y se calculó que la réplica fue de 4,3 grados de magnitud en la escala de Ritcher. Desde el gran temblor de la última jornada se sucedieron 150 réplicas, informó el Centro de Investigación Geológica de Estados Unidos (USGC) consignó la agencia DPA.
Esta situación dejó las calles de Tokio con menos tránsito de gente y Toyota anunció que no abrirá sus fábricas en Japón el lunes, para garantizar la seguridad de sus empleados.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, salió en un helicóptero para sobrevolar las zonas más afectadas y controlar desde el aire la situación en la que se encuentra el país. Unas 45.000 personas fueron evacuadas de los alrededores de la central de Fukushima-Daiichi, a unos 240 kilómetros al norte de Tokio.
En tanto, unas 9.500 personas están desaparecidas en el puerto de Minamisanriku, en la prefectura de Miyagi, en el noreste de Japón, una de las zonas más golpeadas por el tsunami.
Asimismo, unas 21.000 personas permanecían en los refugios provisionales y las fuerzas de rescate, de acuerdo a lo señalado por la agencia DPA, empezaron a retirar los escombros de las calles afectadas. En cuanto a la posibilidad de tsunami para algunos países americanos por el efecto del terremoto en Japón, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, aseguró en conferencia de prensa, que "sigue el alerta" en su país.
En tanto, las autoridades del Perú decidieron mantener la alerta de tsunami ante el oleaje anómalo que se registra por el terremoto en Japón, y las autoridades establecieron que el número de damnificados llega a 1.000 solo en la ciudad de Pisco, donde el agua penetró en los distritos San Andrés y Paracas.
En tanto, en las ciudades de Paita, Chimbote y Sechura se reportaron daños en casas muy próximas al mar y en la última resultó herido un hombre de 43 años al ser golpeado por una lancha que se introdujo en el poblado. En Lima y Callao, donde el oleaje ha sido observado desde las partes altas por miles de personas como si se tratara de un espectáculo, no se reportaron daños hasta ahora.
Fuente: Télam.