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El ejército israelí afirmó este sábado que controla un poblado del sur de Líbano, tras haberse enfrentado poco antes en violentos combates con milicianos del movimiento chiita Hezbolá, en el primer choque terrestre frontal de envergadura desde el comienzo de la crisis.
Fuerzas aéreas y terrestres "tomaron el control más o menos del poblado de Marun Al Ras", declaró el general Beni Gantz en una conferencia de prensa en Jerusalén en la que señaló que las fuerzas de Hezbolá sufrieron "muchas víctimas después de violentos combates que duraron bastante".
Según fuentes de seguridad libanesas, soldados israelíes y combatientes de Hezbolá se enfrentaron en las calles de Marun Al Ras, situado en la frontera con Israel, donde tres blindados del Estado hebreo se incendiaron tras ser alcanzados por cohetes. Los combates se produjeron horas después de que una decena de blindados israelíes traspasase la frontera con Líbano por primera vez desde la invasión de este país en 1982, aumentando los temores entre los libaneses de vivir una situación semejante a la de hace 24 anos.
Asimismo, las tropas israelíes bombardearon una serie de estaciones de transmisión de televisión y teléfonos celulares en el norte de Líbano que dejó a la región semi-incomunicada, al tiempo que otros proyectiles cayeron en diferentes partes del país.
El balance mortal de esos bombardeos fue de cinco civiles libaneses muertos y dos combatientes del movimiento chiita, al tiempo que dos soldados fallecieron como consecuencia de sus heridas, según se supo de diversas fuentes.
Entre los fallecidos figura el responsable de una antena de transmisión de la televisión privada LBCI en Fatka, en la región cristiana de Kesruan, al noreste de Beirut. Las nuevas acciones coincidieron con el anuncio por parte de Israel de la apertura de un aéreo y marítimo para permitir que la ayuda humanitaria llegue a Líbano, declaró este sábado a la AFP el comandante Asahel Avraham, director de la oficina de coordinación del ejército israelí.
Esta decisión israelí ya fue señalada el viernes, el mismo día en que el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, advirtiera a Israel del riesgo que conllevaría invadir Líbano, pues provocaría más ataques de Hezbolá. No obstante, Washington rechaza actuar en favor de un alto el fuego, convencido de que la paz pasa por la eliminación de Hezbolá, al tiempo que tiene en la mira a Siria e Irán, presuntos financiadores del movimiento libanés y que, como afirmó el presidente George W. Bush, "amenazan a Oriente Medio".