Israel lanzó sus tropas terrestres sobre la Franja de Gaza
| Tras una noche de intensos combates y tensión la franja de Gaza, el Ejército israelí ha seguido en las últimas horas con su avance en territorio palestino y según testigos presenciales están combatiendo ya a las milicias palestinas a las afueras de Ciudad de Gaza.
Por el momento, la invasión terrestre ha dejado docenas de milianos palestinos muertos y una treintena de soldados israelíes heridos. Además, Hamás asegura haber capturado a dos soldados israelíes, la cadena árabe Al Yazira informa del secuestro de uno, y haber matado a otros nueve en el transcurso de los enfrentamientos de las últimas horas. Israel se ha apresurado ha desmentir la captura de sus militares y asegura que "no tiene constancia del secuestro de ningún soldado".
El jefe del Gobierno israelí, Ehud Olmert, se ha dirigido esta mañana, antes de reunirse con el Consejo de Ministros, a las madres de los soldados israelíes y ha remarcado que la invasión de la franja de Gaza era "una operación inevitable". Olmert ha asegurado que "he pensado mucho en vosotras desde que comenzó la operación y más desde que se tomó la decisión de una incursión terrestre. Esta mañana, puedo miraros a cada una de vosotras a los ojos y deciros que el Gobierno lo hizo todo antes de decidir lanzar una operación".
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak advirtió anoche a Hamás de que la operación "no será fácil ni breve". "No estamos hambrientos de guerra, pero no toleraremos una situación en la que nuestras ciudades son objetivo constante de Hamás", añadió en declaraciones a Reuters. "El precio de esta incursión va a ser muy caro", replicó un portavoz del grupo islámico que tiene el pder en Gaza, que prometió convertir la franja palestina "en un cementerio para el enemigo sionista".
En la ONU y a pesar de los llamamientos internacionales para que cese la violencia en la zona, la oposición de Estados Unidos ha impedido esta madrugada que los quince miembros del Consejo de Seguridad hayan sido capaces de consensuar una declaración en la que se pidiera el alto el fuego inmediato
La operación terrestre comenzó ayer por la tarde después de ocho días de intensos bombardeos aéreos. Caía la noche y la embestida de las fuerzas armadas israelíes por tierra, mar y aire, atronó en la franja palestina. Buques de la Marina, cazabombarderos y helicópteros castigaron también el territorio palestino para despejar a sangre y fuego el camino a una invasión que pasadas las ocho de la tarde se materializó en un violento asalto terrestre. Los carros de combate israelíes atravesaron el muro de hormigón por el norte de Gaza. Comenzó así el cuerpo a cuerpo.
Antes del comienzo de la operación terrestre, los bombardeos israelíes se habían concentrado el sábado por la mañana en las viviendas de dirigentes de rango medio de Hamás. Por la tarde, una mezquita de Beit Lahia, en el norte de Gaza, también sucumbió al fuego israelí. Al menos 11 personas morían en el templo, veinte más en otros ataques. A esa hora de la tarde, ya en la oscuridad, la carretera Saladino, que atraviesa Gaza a lo largo de sus 45 kilómetros, fue bombardeada antes de la entrada por tierra de los blindados en varios tramos para impedir la movilidad de los milicianos. "El objetivo es destrozar la infraestructura terrorista de Hamás en el área de operaciones, y tomar varias zonas de lanzamiento para recudir la cantidad de cohetes disparados contra civiles israelíes", decía el escueto comunicado del Ejército. Más de 450 muertos palestinos -frente a cuatro israelíes- han perdido la vida por la metralla o bajo los escombros de las decenas de edificios públicos, mezquitas o viviendas derribadas.
Imposible a estas alturas determinar el tiempo que durará la invasión y su profundidad. Un portavoz del jefe del Ejército israelí ha asegurado que las operaciones "durarán numerosos días", según informa la agencia Reuters. Mientras, el Ejército israelí ha movilizado a miles de reservistas.
En junio y julio de 2006, tras la captura del cabo Gilad Shalit, los blindados entraron sólo unos pocos cientos de metros en la franja. Por activa y por pasiva aseguran los gobernantes israelíes que no pretenden regresar a la situación previa a septiembre de 2005, cuando 8.000 colonos y miles de militares fueron evacuados del territorio ocupado.
Israel domina el espacio aéreo y el marítimo de Gaza al cien por cien. Y su superioridad por tierra es apabullante. Se enfrentan la tecnología más sofisticada contra la determinación total de las milicias islamistas. Aunque a ciencia cierta, nadie sabe el arsenal que ha podido acumular Hamás en año y medio de control absoluto de Gaza. Es la única incógnita que ha retraído de algún modo a militares y líderes políticos israelíes desde hace meses.
En un comunicado del Ejército israelí, recogido por la agencia EFE, se asegura que "los residentes de Gaza no son el objetivo de la operación. Aquellos que usan a los civiles, los ancianos, las mujeres y los niños como escudos humanos son responsables de todos los daños a la población civil". Pero advierte de que "cualquiera que esconda armas o a un terrorista en su casa será considerado terrorista".
La operación ha desatado no poca polémica dentro de Israel. Los mandos castrenses, según informaba el diario Haaretz, estaban divididos sobre la conveniencia de dar luz verde al asalto de la infantería. Y los dirigentes políticos no podían dejar de calcular los costes electorales de una hilera de ataúdes, sobre todo si, además, no se consigue frenar completamente el lanzamiento de cohetes. Lo que ahora parece seguro es que no consideran suficiente el castigo propinado a Gaza en ocho días de destrucción para restaurar la capacidad de disuasión erosionada en los últimos años.