| La aviación israelí volvió a bombardear hoy objetivos del Hezbollah en el sur de Beirut. Allí se cree que tiene su búnker el líder del grupo. Sus tropas se disponen a controlar una zona militar a 30 km de la frontera.
Las fuerzas israelíes en Líbano del sur, con unos 10.000 efectivos, tienen previsto completar hoy la creación de una "zona militar especial" (ZEM) bajo su control, mientras la aviación volvía a bombardear el sur de Beirut por primera vez en diez días.
Así lo informaron hoy fuentes militares, que destacaron que los soldados del Ejército regular y reservistas tienen indicaciones del Gobierno de extender esa franja de seguridad hasta el río Litani, a 30 kilómetros de la frontera.
Milicianos de Hezbollah mataron a un soldado israelí e hirieron a otros cuatro en encarnizados combates librados ayer en la aldea de Ayta Chab, en el sur de Líbano, según revelaron las fuentes al reanudarse las hostilidades por aire y tierra.
Por primera vez después de diez días, la aviación israelí volvió a bombardear esta madrugada objetivos de la milicia islámica en el barrio chií del sur de Beirut donde se cree que tiene su búnker el líder de Hezbollah, Hasan Nasrala, entre otras decenas de ataques.
El comandante de las Fuerzas Armadas, general Dan Halutz, instruyó a la Fuerza Aérea a actuar con la máxima precisión y contra objetivos claramente identificados para evitar accidentes como el de la localidad libanesa de Qaná, donde, según fuentes de Beirut, en un bombardeo israelí murieron al menos 57 civiles, la mayoría niños.
Según una investigación del incidente de Qaná, dado a conocer anoche por la Fuerza Aérea, los pilotos que atacaron el edificio estaban persuadidos de que allí se refugiaban milicianos de Hezbollah.
Los guerrilleros del Partido de Dios lanzaron ayer más de 220 de sus cohetes contra ciudades, pueblos y aldeas de Galilea, en el norte de Israel, donde mataron a un agricultor del kibutz Saar, e hirieron a más de veinte civiles, informaron fuentes policiales.
Fuentes policiales y testigos oculares informaron de primeros impactos de cohetes katiusha, aunque sin causar víctimas, en terrenos fronterizos de Galilea, así como de fuego de morteros en la ciudad de Kiriat Shmoná, donde se produjeron incendios.
Las pérdidas por el impacto de cohetes en viviendas e instalaciones públicas son multimillonarias, dicen las autoridades, pero el Gobierno se ha comprometido a indemnizar a los damnificados. Miles de familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares y refugiarse en casas de parientes y amigos residentes en el centro y el sur del país, donde llevan más de tres semanas.
En la franja territorial que ocupará el Ejército israelí hasta el despliegue de una fuerza multinacional siguen operando de momento milicianos de Hezbollah, pero quedarán aislados y cercados por las fuerzas israelíes, según las fuentes.
La ZEM tendrá dimensiones similares a las de la "franja de seguridad" que el Ejército ocupó en Líbano desde 1985 hasta mayo del 2000, cuando se replegó unilateralmente, lo que la milicia de Hezbollah interpretó como una victoria militar.
La fuerza multinacional, cuyo destacamento pondría fin a la nueva ocupación israelí, según prometen el primer ministro Ehud Olmert y el titular de Defensa, Amir Peretz, no se ha constituido aún, pero Francia enviaría un primer contingente una vez proclamado el alto el fuego, según la emisora pública israelí.
Fuentes de Washington citadas por la radio israelí creen que no habrá una resolución para el alto el fuego en el Consejo de Seguridad, en Nueva York, antes del próximo lunes. Funcionarios del Ministerio israelí de Exteriores dijeron que, de momento, no existe acuerdo entre los quince miembros del Consejo de Seguridad acerca de la creación de la fuerza multinacional, sobre su composición o la fecha para su despliegue.
Fuente: EFE.