| El presidente reelecto festejó “la gran victoria de la revolución bolivariana". También envió su saludo "solidario y comprometido" a todos los pueblos de América latina y el Caribe. Tras su triunfo, recibió el llamado de Néstor Kirchner y su esposa, la senadora Cristina Fernández.
Tras una dilatada espera, la contundencia del primer informe parcial del Comando nacional electoral prácticamente consagró como presidente reelecto de Venezuela a Hugo Chávez, y desató una marea "roja-rojita" de festejos por las calles de esta ciudad.
Casi cinco horas después del cierre oficial del comicio, la presidente del CNE, Tibisay Lucena, informó que con el 71,35 por ciento de los votos escrutados, Chávez reunió el 61,35 por ciento frente a un 38,39 por ciento de su principal advesario, Rafael Rosales.
Casi de inmediato, una marea de miles y miles ciudadanos venezolanos, con preponderancia de jóvenes, salió a las calles bajo una lluvia torrencial e ingresó a los jardines de la sede del gobierno, el Palacio Miraflores, para saludar a su líder.
Desde el “balcón del pueblo”, adornado con una enorme bandera venezolana y rodeado por una venintena de colaboradores vestidos -al igual que él- con camisas "rojas-rojitas", que fue el color de la campaña, un Chávez exultante saludó a sus seguidores entonando el himno nacionmal, que coronó con un "que viva la victoria".
Exultante y verborrágico, el presidente reelecto festejó "la gran victoria de la revolución bolivariana" que es "la victoria del amor, de la paz, de la esperanza. Es la victoria de Venezuela nueva, querida Venezuela, victoriosa siempre", y dedicó este éxito en las urnas "a Bolívar y al pueblo de Bolívar, que aquí está". "Quiero dar a todos los venezolanos mi más grande felicitación y reconocimiento por esta gran victoria nacional que es la más grande de los últimos 200 años", agregó Chávez.
Luego, contemporizador con el 38 por ciento que votó por Rosales, el mandatario venezolano destacó que "este mensaje es para la Nación toda, sin excepciones de ningún tipo". Entre los cientos y cientos de periodistas que cubrieron esta elección llamó la atención el repentino y cerrado silencio del comando de campaña de Manuel Rosales, que durante la primera hora y media de cerrado el comicio denunció diversos mecanismos de supuestos fraudes.
Incluso los canales de TV afines al candidato opositor viraron sus cámara hacia la fiesta sobre los jardines del Palacio Miraflores sin abundar en comentarios, aunque sí cofirmaron que el presidente se impuso en todos los estados del país, incluyendo a Zulia, donde gobierna Rosales.
Ese victoria amplia explicó el festejo masivo, con baile y cervezas en mano, de los cientos de seguidores chavistas, que a un centenar de metros de Miraflores se sorprendían con un muñeco de Chávez de cerca de cuatro metros de altura y vestido con su ya tradicional camisam roja.
Desde el balcón, el verdadero Chávez seguía su festejo, y celebró el descenso del abstencionismo electoral por debajo del piso del 30 por ciento, que es considerable en un país donde el voto no es obligatorio, por lo que calificó este nivel de participación como "otra gran victoria popular".
Chávez también envió su saludo "solidario y comprometido" a todos los pueblos de América latina y el Caribe, y destacó que minutos antes había recibido el llamado del presidente de Argentina, Néstor Kirchner, y del presidente electo de Ecuador, "el compañero socialista Manuel Correa".
Tras cartón dedicó esta victoria a esos gobiernos de los pueblos hermanos y a los pueblos de América latina y el Caribe y ratificó el "compromiso con la verdadera integración de nuestros pueblos", por lo que convocó: "unidad para ser libres, unidad para ser grandes". Como era de esperar, también dedicó la victoria "al pueblo cubano y al presidente Fidel Castro, hermano, camarada, compañero".
Fuente: Télam.