| Haití se encuentra sumido en el caos y enfrenta problemas de logística para que la asistencia llegue a los damnificados, que desesperados comienzan a saquear comercios y casas tras el devastador terremoto. Los dos basavilbasenses que están en la isla se encuentran bien.
Desde la convulsionadísima república situada en el tercio occidental de la isla de Santo Domingo, en el centro del archipiélago de las Antillas, donde desarrolla tareas de asistencia humanitaria, en el marco de una Operación de Paz de la Organización de las Naciones Unidas, Luis Fornerón confirmó que tanto él como su cuñado se encuentran bien y que tal como lo muestran los informes de la televisión internacional la situación es muy complicada, y que se trabaja a destajo en búsqueda de sobrevivientes entre los escombros. “Con mi cuñado estamos bien gracias a Dios, les mando un abraso a todos mis familiares”, dijo Forneron.
Su cuñado no es otro que Luis Omar Rojas (45) es infante de marina. Está casado con Antonia Forneron, con quién tiene dos hijos, uno de ellos ya es Oficial de la marina y el otro, el menor es estudiante en Punta Alta.
“Rojitas”, como se lo recuerda en su pago, hizo la primaria en la Escuela Nº 47 y a los 16 años se mudó a La Plata con el firme propósito de hacer la carrera que le permitiera convertirse en marinero. No sin esfuerzo el hijo de Ramón Catalino Rojas y Nélida Duarte lo logró y hoy es Suboficial Principal.
En los últimos tiempos a participado de diversas misiones en el exterior, tal el caso de Chipre y actualmente Haití.
Rojas es miembro de una numerosa familia, siete hermanos, cuatro varones y tres mujeres, muy querida del barrio Tolcachier, que tiene la particularidad de haber aportado a varios de sus integrantes a las fuerzas de seguridad. Ramón Héctor es Suboficial Principal de Gendarmería Nacional, actualmente está en Las Lajas, Neuquen, Roberto en miembro de una empresa de seguridad privada y Gabriel es Oficial Principal de la Policía de Entre Ríos, cumpliendo servicio en Pueblo Brugo.
[b]“Operación Respuesta Unificada”[/b]
En medio de los esfuerzos para coordinar la distribución de ayuda y descongestionar el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, el máximo comandante militar estadounidense para América Latina, general Douglas Fraser anunció que la misión humanitaria y de rescate en Haití se llamará “Operación Respuesta Unificada”.
Pero los diezmados haitianos en Puerto Príncipe, cansados de esperar por auxilio y tras cuatro noches de dormir a la intemperie entre los cadáveres pestilentes, comienzan a huir de la capital.
Pero otros, los que alcanzaron un sitio en los parques de la capital, siguen ahí en espera de ayuda. Decenas de miles de personas afectadas viven en campamentos improvisados que cubren casi cada centímetro de los espacios públicos abiertos en Puerto Príncipe, según responsables del Comité Internacional de la Cruz Roja presentes.
"Hay destrucción en todos los barrios. La gente anda de un lado a otro, buscando comida, ayuda. Muchos llevan mascarillas para protegerse del mal olor de los cadáveres en descomposición, no hay tiendas para refugiarse, no hay bolsas de plástico, no hay lugares para cocinar, ni retretes", señaló.