Haití: temen que haya miles de muertos bajo los escombros
| Cientos, quizá miles de personas pueden haber quedado bajo los escombros en la capital de Haití, demolida el martes por un terremoto de más de 7 grados en la escala de Ritcher, según testimonios fragmentarios obtenidos a duras penas en un país donde las comunicaciones quedaron cortadas casi por completo.
"Es una catástrofe de dimensiones desproporcionadas", dijo el embajador de Haití en Washington, Raymond Joseph, al canal CNN, según despacho de la agencia privada española de noticias Europa Press.
"Sólo pude contactar con un secretario del gobierno que se encontraba caminando en esos momentos por Puerto Príncipe. Me dijo que las casas, a derecha e izquierda de la calle, se habían desmoronado", señaló el diplomático haitiano.
La representante en Haití de la organización de ayuda alemana Diakonie, Astrid Nissen, dijo que el fenómeno afectó sobre todo a las villas miseria de los cerros adyacentes a Puerto Príncipe.
"Algunas laderas se han desgajado parcialmente, relató Nissen en un mensaje electrónico enviado desde la capital haitiana a conocidos en Berlín, según recogió la agencia alemana DPA.
La representante humanitaria dijo que toda la capital, de unos 800.000 habitantes, está cubierta por una densa nube de polvo y la red telefónica está colapsada o dejó de funcionar.
A causa del terremoto se derrumbaron también varios hospitales y escuelas, así como un gran supermercado, agregó.
Ian Rodgers, militante estadounidense del grupo "Save the Children", relató anoche que "se excava entre los escombros en la noche en Puerto Príncipe con la esperanza de hallar sobrevivientes", según despacho de la agencia italiana Ansa.
"Los lamentos de la gente se entrecruzan con los gritos de alegría de los familiares cuando se encuentra a alguien vivo -narró Rodgers a medios de prensa estadounidenses-. Se trata en gran parte de esfuerzos individuales: no existen excavadoras en acción en las calles".
La noche se adueño de la capital de Haití, tras el devastador terremoto, creando una atmósfera surrealista.
"Es oscuro por doquier, no hay electricidad -puntualizó Carel Pedren, que trabaja en una radio- Las calles están llenas de gente y automóviles bloqueados. La gente tiene miedo de ingresar en las casas. Todos tememos nuevos sismos".
"Muchas casas se derrumbaron y gran número de personas se halla bajo los escombros -prosiguió Pedren-. Hay personas que lloran y otras que piden ayuda. Muchos están sangrando. Es una escena de caos y desastre".
"Toda la ciudad está en la oscuridad, se ven miles de personas sentadas en las calles sin saber a donde ir", dijo Rachmani Domersant, dirigente de una organización de voluntarios, según Ansa.
"Lo vi con mis ojos, siete u ocho edificios, desde un hotel a oficinas y grandes tiendas, cayeron como si fuesen de cartón.
Decir que hay al menos cientos de muertos bajo los escombros sería inadecuado para fotografiar la realidad", añadió.
Decenas de edificios públicos y particulares fueron derrumbados sepultando a centenares de víctimas, los servicios de emergencia fueron desbordados y en un primer momento casi no existía contacto con autoridades locales desde el exterior.
El Palacio Nacional (Casa de Gobierno), el Parlamento y la Catedral de Puerto Príncipe, fueron destruidos, según Ansa y distintos portales de internet de medios internacionales.
Según un periodista de la cadena Haitipal, en Puerto Príncipe, "el Palacio Nacional, los ministerios de Finanzas, Trabajos Públicos, Comunicación y Cultura, junto al Palacio de Justicia y la Escuela Normal Superior" se convirtieron en escombros.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) informó que el terremoto también destruyó su sede haitiana, ubicada en Puerto Príncipe, donde se articulan las acciones de Cascos Azules en la isla, que incluye un contingente argentino.
El sismo, de 7,3 grados en la escala Richter, que ocurrió a las 17.53 (18.53 de la Argentina) con epicentro a 15 kilómetros de Puerto Príncipe, fue seguido de dos réplicas de 5,9 y 5,5 grados, en ese orden.