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Sarkozy y Roral disputarán el ballotage. El conservador, con el 31 por ciento de los votos, prometió más seguridad a quienes se sienten "vulnerables". Reclamó un "debate de ideas" con la socialista, quien propuso reformar el país “sin brutalizarlo”.
El candidato conservador al Elíseo, Nicolas Sarkozy, dio las gracias "de todo corazón" a los franceses que ayer lo colocaron en cabeza de la primera ronda de las elecciones presidenciales y dijo que quiere unir a todos sus compatriotas en el "sueño" de una "República fraternal".
Ante numerosos y entusiastas seguidores reunidos cerca de la sede de su partido, la conversadora y gobernante UMP, Sarkozy se dirigió a su contrincante de la segunda y definitiva ronda del 6 de mayo, la socialista Ségolène Royal, para pedirle un "debate de ideas".
Debe ser un "debate de claridad, sinceridad y respeto de las personas", afirmó Sarkozy quien, según los primeros datos oficiales tiene un 3,1 ciento de los votos en la primera vuelta, mientras que Royal se acerca al 25,8 por ciento.
El candidato de la UMP, de 52 años, vio en la decisión de los votantes de darles el primero y segundo lugar, respectivamente, el "claro" deseo de ir "hasta el final del debate entre dos ideas de la Nación, dos proyectos de sociedad, dos sistemas de valores y dos concepciones de la política".
Tras expresar su "respeto" por la primera mujer con posibilidades de auparse al Elíseo, Sarkozy reclamó el "debate de ideas", "no desvirtuado", que los franceses esperan desde hace "demasiado tiempo".
A los "once millones" de franceses que le votaron ayer prometió hacer todo para ser "digno" de su confianza. Con la mirada ya puesta en la campaña para el duelo final del 6 de mayo, de donde saldrá el sucesor de Jacques Chirac en el Elíseo, el postulante de la UMP dijo que en estas dos semanas quería decir a todos los franceses que "tienen miedo del futuro, se sienten fragiles y vulnerables" que desea "protegerlos".
Protegerlos contra "la violencia, la delincuencia, pero también contra la competencia desleal y las deslocalizaciones, la degradación de sus condiciones de trabajo, contra la exclusión", y devolverles las ganas de "emprender, innovar".
A todos los desamparados quiere "devolver la esperanza", dijo. "Quiero decirles que la Francia con la que sueño es una Francia que no dejará a nadie en la cuneta", en la que el más vulnerable tiene derecho a "tanto amor, respeto y atención como el más fuerte", afirmó.
Sarkozy señaló que su único deseo es "unir al pueblo francés en torno a un nuevo sueño francés, el de una República fraternal en la que cada uno encuentre su lugar, en la que nadie tenga miedo del otro, y donde la diversidad sea vivida no como una amenaza sino como una riqueza".
También invitó a "todos los franceses de buena voluntad, sea cual sea su origen, creencias y partidos", a unirse a él para que "juntos podamos construirla". Tras recalcar que ha querido poner en el corazón de la política valores como "la identidad nacional, autoridad, trabajo y mérito", Sarkozy dijo que la prioridad es dar "a cada uno los medios para cumplir sus sueños" y prometió no renunciar "nunca a estos principios", porque ellos depende "el futuro, la prosperidad y el lugar de Francia en el mundo.
La socialista Ségolène Royal aseguró ayer que asume la responsabilidad de llevar adelante "la lucha del cambio para que Francia se levante" y dijo que el 6 de mayo será una fecha "clave" en la que tiende la mano a los que piensan que "el sistema ya no funciona". Desde una escuela de su feudo electoral de Melle (oeste), Royal agradeció a quienes la han votado para disputar la Presidencia de su país contra el conservador Nicolas Sarkozy y dijo que ella representa a los que desean "reformar Francia sin brutalizarla".
"Hay que hacer triunfar los valores humanos frente a los bursátiles", dijo la candidata socialista, que hizo un llamamiento a que se unan a ella los que defiendan sus mismos valores. El candidato conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Segolene Royal disputarán la segunda vuelta en las elecciones presidenciales francesas dentro de dos semanas.
Fuente: EFE.