G-20: quieren reducir el déficit a la mitad para 2013
| La cumbre del G-20, que finalizó ayer en Canadá, remarcó la importancia de que las principales economías del mundo dejen de depender de programas coyunturales inflados artificialmente y alentó una reducción de deudas a mediano plazo, como requisitos para reactivar en forma duradera la economía mundial.
En cuanto a la posibilidad de aplicar reglas más duras para las instituciones bancarias, en el marco de una reforma del sistema financiero global, el grupo aplazó el tema para la próxima cumbre que se realizará en noviembre en Seúl, Corea del Sur, consignó la agencia DPA.
Antes de difundirse la declaración final, la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que los líderes del G-20 acordaron que los países más industrializados reducirán a la mitad sus déficits para 2013, y empezarán a "estabilizar" sus niveles de deuda hacia 2016.
La inauguración de la cumbre en la noche del sábado había estado ensombrecida por una disputa entre Europa y Estados Unidos sobre si los países ricos deberían concentrarse en recortar sus déficits o en estimular el crecimiento económico.
Países emergentes como Brasil, en tanto, alertaban contra ajustes "apresurados" que, según dijo su ministro de Economía Guido Mantega, podrían afectar a los mercados de las naciones no responsables de la crisis mundial.
El documento final refleja además "la necesaria consideración del trabajo digno para el crecimiento", destacó la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En cuanto al compromiso de reducción presupuestaria de los países ricos, Merkel afirmó que "honestamente, es más de lo que esperaba, porque es muy específico y fue aceptado por todas las naciones industrializadas".
Tras la reunión de Seúl y la que se efectuará un año después en Francia, México se convertirá en el anfitrión de la cumbre del G-20 en 2012, año en que también ostentará la presidencia del grupo, agregó la declaración final de la cita de los mandatarios.
"Seguiremos apoyando la financiación al desarrollo, también mediante nuevos enfoques que alienten la financiación al desarrollo de fuentes públicas y privadas", añade el texto.
Asimismo, la declaración llama a los miembros del G-20 a garantizar que cualquier recorte presupuestario "no dañe el crecimiento" y señala que las acciones deben ser "concertadas, diferenciadas y ajustadas a las circunstancias nacionales".
El secretario de Hacienda de México, Ernesto Cordero, celebró la decisión sobre los déficits, ya que lo importante para el crecimiento global es la "credibilidad" de Europa.
Los líderes del G-20 coincidieron además en que los países con amplios superávit comerciales, tales como China, deben hacer más para promover el consumo.
Se argumentó al respecto que China está dificultando la salida de la recesión, favoreciendo sus exportaciones a expensas de las importaciones.
"Las economías con superávit harán reformas para reducir su dependencia de la demanda externa y concentrarse más en las fuentes domésticas de crecimiento", indica la declaración, aunque sin mencionar explícitamente a ningún país.
El jefe de Estado chino, Hu Jintao, advirtió a su vez que el crecimiento económico mundial debe ser sostenido, además de fuerte.
Se debe lograr un equilibrio entre lograr un crecimiento fuerte y un crecimiento "a largo plazo", evaluó Jintao.
A la vez, para el presidente estadounidense, Barack Obama, los líderes de las economías del G-20 lograron estabilizar la economía global tras la recesión del año pasado.
Por último, el Grupo renovó por otros tres años, hasta fines de 2013, el compromiso adoptado inicialmente en Washington en 2008, de "abstenernos de levantar barreras o imponer nuevas barreras a la inversión o el comercio de bienes y servicios".
Fuente: Télam.