| En la tradicional bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro, el Papa Francisco deseó "Feliz Navidad a todos" y tras hacer un recuento de las guerras y males que afectan al mundo, exclamó: "Verdaderamente hay muchas lágrimas en esta Navidad".
El pontífice leyó y sin improvisar la tradicional bendición "a la ciudad y al mundo" y puso fin a la tradición de desear "Feliz Navidad" en varias lenguas.
"Verdaderamente hay muchas lágrimas en esta Navidad". exclamó.
Francisco le pidió a Jesús que "mire a los hermanos de Irak y Siria que sufren una persecución brutal. Que la Navidad les traiga esperanza" y que también lo haga con "los cristianos que están en Ucrania para que puedan emprender un nuevo camino de confraternidad y salvación".
"Que el poder de Cristo se haga oír en tantos corazones que sufren la guerra y la persecución", rogó Francisco y agregó: "que su fuerza redentora transforme la violencia en arados".
El Papa rezó por "tantos niños víctimas de la violencia y de la trata de personas en el mundo". "Pido a todos los que tengan responsabilidades políticas que se comprometan a superar contrastes mediante el diálogo y construir una convivencia duradera", aseveró.
El pontífice también llamó a la paz en Africa: "Pienso particularmente en Libia, Sudan del sur, la República Centroafricana y varias regiones del Congo".