Sociedad | El Papa Francisco hizo un fuerte llamado a la paz antes de impartir la bendición “Urbi et Orbi”.
El Papa Fancisco hizo este domingo un llamado fuerte a la paz en el mundo, al afirmar que “es hora de que las armas callen definitivamente”, en su tradicional mensaje de Navidad dirigido a los peregrinos presentes en la Plaza San Pedro, antes de impartir la bendición “Urbi et Orbi”.
“El poder de un Niño, Hijo de Dios y de María, no es el poder de este mundo, basado en la fuerza y en la riqueza, es el poder del amor”, aseguró, y agregó: “Este poder del amor ha llevado a Jesucristo a despojarse de su gloria y a hacerse hombre; y lo conducirá a dar la vida en la cruz y a resucitar de entre los muertos. Es el poder del servicio, que instaura en el mundo el reino de Dios, reino de justicia y de paz”.
El pontífice insistió en pedir el fin de las guerras y los conflictos armados en todo el mundo, en particular en Medio Oriente, al aseverar “es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una solución negociable y se restablezca la convivencia civil en el país”.
Asimismo invitó a que “israelíes y palestinos tengan la valentía y la determinación de escribir una nueva página de la historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de recíproca comprensión y armonía”.
Francisco recordó en su mensaje a Colombia y Venezuela: “Pedimos concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación. Dicha valentía anime también la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera”.
“Paz a los que han perdido a un ser querido debido a viles actos de terrorismo que han sembrado miedo y muerte en el corazón de tantos países y ciudades”, reclamó.