| La policía israelí elevó hoy al máximo el nivel de alerta por posibles atentados palestinos en el país en represalia por la matanza de 18 civiles ocurrida esta semana por el Ejército de Israel en la Franja de Gaza.
Miles de policías fueron desplegados en los centros urbanos y a lo largo de la frontera con Cisjordania. Tan sólo en el centro de Jerusalén fueron movilizados unos 2.500 policías para mantener el orden durante la oración musulmana de los viernes en la mezquita de Al Aqsa.
Unos 2.500 efectivos patrullan el área del Monte del Templo en Jerusalén para prevenir disturbios tras las oraciones del viernes en la mezquita de Al Aqsa. El Ejército israelí también impuso un cierre a Cisjordania y la Franja de Gaza, por lo que los palestinos no pueden entrar por los cruces fronterizos en Israel, con la excepción de unos 7.000 médicos y trabajadores sanitarios, clérigos y palestinos que trabajan en la cosecha de aceitunas.
Una portavoz militar israelí dijo que el cierre a los territorios palestinos se prolongará al menos hasta la noche del sábado. Abogados y palestinos que necesitan tratamiento médico también recibirán permisos especiales para entrar en Israel, precisó la portavoz. Las autoridades israelíes dijeron tener información de inteligencia según la cual unos 80 ataques están en distintas etapas de planificación.
La tensión se agudizó después de que el miércoles Israel bombardeara viviendas en la Franja de Gaza, que dejó un saldo de 18 civiles muertos, entre ellos varios niños y un bebé de un año. Las autoridades israelíes alegaron que se trató de un error.