| La visita tiene lugar 24 años después de que el Papa Juan Pablo II se convirtiera en el primer pontífice de la era moderna en pisar un templo judío. Sin embargo, el líder espiritual de la comunidad judía italiana dijo que boicotearía el evento a raíz del anuncio pontificio sobre la beatificación de quien fuera la máxima autoridad católica durante la segunda guerra mundial.
El Papa Benedicto XVI inició ayer una visita a la principal sinagoga de Roma y depositó un ramo de flores frente a una placa que conmemora a los más de 1.000 judíos que fueron deportados en Roma por los nazis en 1943, junto al rabino supremo Riccardo Di Segni.
La visita, que incluyó una reunión con personalidades de la comunidad judía de Roma, tiene lugar 24 años después de que el Papa Juan Pablo II se convirtiera en el primer pontífice de la era moderna en pisar un templo judío.
Antes, durante el Angelus, Benedicto XVI dijo que su visita marcaría otro "hito en el camino hacia la armonía y la amistad entre cristianos y judíos" y destacó que ambas comunidades religiosas estaban unidas "por encima de todo por la fe en un único dios".
Sin embargo, la visita del máximo representante de la Iglesia católica generó un profundo debate en el seno de la comunidad judía italiana, cuyo líder espiritual, Giuseppe Laras, dijo que boicotearía el evento a raíz del anuncio pontificio de la beatificación del Papa Pío XII.
Muchos judíos acusan a Pío XII de haber guardado silencio durante el Holocausto y de no haber hecho lo suficiente contra la persecución de judíos.
El rabino supremo comentó que podría abordar el delicado asunto en conversaciones privadas con Benedicto poco después de la principal ceremonia en la sinagoga.
Fuente: Télam.