| El Papa Francisco decidió, luego de ser desbordado por una multitud en las afueras de la catedral de Río, que quiere reunirse con los numerosos argentinos que se encuentran en esa ciudad, que goza de días libres institucionales para que sus habitantes vivan la histórica visita del primer pontífice latinoamericano.
Fue fijado para el jueves, quizás sea en la monumental catedral metropolitana y en el contexto de lo que ya es una historia de amor, de encuentros y anhelos de ambas partes por reconfortarse con una reunión a solas, el pastor y sus ovejas. Lo anunció el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, luego de una misa que estuvo a punto de concelebrar Francisco, por lo menos ésa era la intención del Papa, misión que finalmente fue cumplida por 27 obispos argentinos y numerosos sacerdotes de diversas diócesis del país.
"Hoy no, pero el jueves sí me encuentro con ellos", parece que dijo el Papa según las afirmaciones de Arancedo: "El Papa quiere reunirse con ustedes", consignó a los 20 mil jóvenes y adultos argentinos que se dieron cita el lunes a la tarde en la catedral de Río de Janeiro.
En lo que también ya fue un hecho histórico, Francisco rodeó el lunes en un "Papamóvil" sin cobertura alguna la catedral y brasileños y argentinos se acercaron para tocarlo y saludarlo, lo que alarmó a las autoridades.
Bahía Blanca, Cruz del Eje (Córdoba), Lomas de Zamora, Orán (Salta), La Rioja, Posadas, Puerto Iguazú (Misiones), Mendoza, y Bahía Blanca son algunas de las diócesis de las que los jóvenes ataviados con remeras de la JMJ que identifican sus lugares de pertenencia rumbean por la ciudad.
Ya les fue entregado el kit del peregrino, con material sobre la jornada, lapiceras, pasajes para siete viajes en transporte público diario y vales para comidas. Para esto y estar alojado la mayoría en casas de familia pagaron 1.700 pesos, que es el valor de la estadía en la jornada.
También se mezclan con banderas y carteles las ya inconfundibles remeras amarillas que identifican a los voluntarios que hacen lo posible por ayudar.
Lucas, un joven de 22 años de Santa Fe, estudia y misiona en el norte de Brasil en una comunidad autóctona desde hace cuatro meses y entonces preguntó a Noticias Argentinas cómo había sido recibida la noticia de que el excardenal Jorge Mario Bergoglio había sido elegido Santo Padre.
Es que el carisma de Francisco es materia obligada de charla entre todos. Los brasileños ya no se cansan de decir que lo ven como uno de ellos y que ha hecho la "integración".
Por amor al papa, cientos de miles de jóvenes caminaban bajo la lluvia, argentinos también, para reunirse hoy en un altar levantado en Copacabana para que celebre la primera misa internacional en Rìo, el arzobispo de la ciudad, Orani Tempesta.
Ocurren cosas en este mosaico, por ejemplo, el padre Gustavo Sánchez está acreditado en el enorme centro de prensa en el Fuerte de Copacabana por la radio Manos Abiertas del Hospital Muñiz.
"Traemos 500 pergaminos de hojas A 4 con miles de peticiones que recolectamos de familiares de enfermos, pacientes y gente que se sumó a la campaña "Una estampita por una intención" que entregarán "oportunamente", quizá en la misa para religiosos y sacerdotes el próximo sábado a las nueve.
La lluvia apenas cesaba en Copacabana, nombre que remite a tantas canciones como Ipanema, al borde del mar, cuando se reunía el entusiasmo de banderas de todas partes del mundo bajo el signo de la cruz.