| El Papa Benedicto XVI recibió ayer en el Vaticano a un grupo de obispos argentinos, encabezados por el cardenal Jorge Bergoglio, y los convocó a “defender la integridad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia”.
En un mensaje directo, en el que evitó hacer referencias a la realidad actual del país, el Santo Padre expresó su “firme esperanza” en la renovación espiritual de los argentinos, y convocó “a hacer de la Iglesia casa y escuela de comunión”.
La delegación de obispos argentinos, dirigida por Bergoglio y compuesta por 31 prelados, escuchó las palabras de Benedicto XVI en el marco de una serie de audiencias privadas desarrolladas en la Santa Sede.
El Pontífice resaltó ante los religiosos la importancia de “impulsar y defender la integridad de la fe y la disciplina común de toda la Iglesia, enseñando además a los fieles a amar a todos sus hermanos”. A la vez, destacó la “la voluntad decidida” de los obispos argentinos, y los llamó a “mantener y afianzar la unidad en el seno de la Conferencia Episcopal” Argentina (CEA).
El Papa también los alentó a realizar “un gran esfuerzo” en la promoción de la vocación sacerdotal, aunque advirtió que también debe existir “una eficaz y exigente labor de discernimiento” entre los candidatos, el hacer referencia a la polémica por los abusos sexuales.