Miércoles 18 de Septiembre de 2013, 10:38

El Papa plantea revisar la situación de los divorciados ante la

| El Papa Francisco anunció su decisión de revisar la nulidad matrimonial en relación a la situación de los católicos vueltos a casar, y destacó que "el problema no se puede reducir solo a si pueden comulgar o no".

En diálogo con los sacerdotes de Roma les dijo que "el problema no se puede reducir sólo a si pueden comulgar o no, porque quien plantea la cuestión en esos términos no entiende cual es el problema real... Es un problema grave de responsabilidad de la Iglesia hacia las familias que viven en esta situación". Además señaló que "la Iglesia en estos momentos tiene que hacer algo para resolver los problemas de la nulidad matrimonial", y adelantó que abordará este argumento con el grupo de los ocho cardenales que preparan las propuestas de reforma encargados por él y con quienes se reunirá a principios de octubre en el Vaticano. También dijo que se discutirá en el próximo Sínodo de los Obispos sobre la relación antropológica del Evangelio con la persona y la familia, para que "sinodalmente se estudie este problema". "Ésta es una periferia existencial real", dijo en referencia a los católicos vueltos a casar. Además les dijo a los curas presentes que una "Iglesia que pierde la memoria es una Iglesia electrónica: no tiene vida". Fue en la basílica de San Juan de Letrán al clero de la diócesis de Roma, de la que es obispo y donde les permitió a los sacerdotes que le efectuaran preguntas a las que respondió. De acuerdo con lo que informó el Servicio de Información del Vaticano VISnews hoy, Francisco les propuso a los curas romanos ser sacerdotes misericordiosos y acordarse siempre de su primer "amor" que es Jesús. "Para mí es el punto clave: tener la capacidad de volver siempre con la memoria al primer amor... Una Iglesia que pierde la memoria es una Iglesia electrónica: no tiene vida", sostuvo. Además pidió equilibrio al decirles que se cuiden tanto de los sacerdotes rigurosos como los laxos y les insistió con la figura del "sacerdote misericordioso" que es el que proclama "la verdad de Dios que es esta verdad, por decirlo así, dogmática o moral, pero acompañada siempre del amor y de la paciencia de Dios". Añadió: "No te asustes, el buen Dios nos está esperando. Vamos juntos" y les recordó que la conversión "se cumple siempre en la calle, no en el laboratorio". El Sumo Pontífice advirtió que "la santidad es más grande que los escándalos" al referirse a los sucesos que afectaron la imagen e identidad de la Iglesia. En este sentido, aseguró "la Iglesia no se derrumba, al contrario, me atrevo a decir que nunca ha estado tan bien y atraviesa un momento muy hermoso; basta leer la historia. Hay santos reconocidos hasta por los no católicos, como la Madre Teresa de Calcuta, pero también hay una santidad diaria de tantas madres y mujeres ,de hombres que trabajan cada día por su familia que nos llena de esperanza". Por su parte, el Papa recordó a los curas de Roma que el próximo 21 de septiembre celebrará sus sesenta años de ordenación sacerdotal y que se siente un "sacerdote".