| Ante una multitud, le solicitó al pueblo iraquí que "levante la cabeza". Además, recordó al arzobispo de Mosul, Boulos Faray Raho, quien fue secuestrado y apareció muerto el jueves pasado, y destacó su valentía.
Durante la tradicional misa del Domingo de Ramos, que marca el comienzo de la Semana Santa, el papa Benedicto XVI pidió hoy al pueblo iraquí que "levante la cabeza". También dedicó algunas palabras al arzobispo de Mosul, Boulos Faray Raho, quien fue secuestrado y apareció muerto el jueves pasado.
"Basta con las matanzas, basta con la violencia, basta con el odio en Iraq", reclamó el Pontífice durante la oración dominical del Angelus. Además, realizó un llamado al pueblo iraquí, "que desde hace cinco años sufre las consecuencias de una guerra que ha provocado el trastorno de su vida social y civil", para que sea él, "en primer lugar, el constructor de su vida nacional".
"Que sean la reconciliación, el perdón, la justicia, el respeto de la convivencia civil entre tribus, etnias, grupos religiosos, el solidario camino hacia la paz en nombre de Dios", añadió frente a miles de fieles reunidos en la Plaza San Pedro.
En ese contexto, recordó al arzobispo católico caldeo de Mosul (Irak), Boulos Faray Raho, quien fue encontrado muerto el pasado 13 de marzo después de pasar trece días secuestrado. Del prelado, el Papa valoró la "fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a su gente", ya que éste decidió permanecer en el país, "a pesar de las numerosas amenazas" que había recibido.
La tradicional misa fue inaugurada con la procesión de los ramos de olivos, que debían ser bendecidos por el Papa.
El Domingo de Ramos, el primer día de la Semana Santa, conmemora la entrada del Cristo a Jerusalén, donde fue recibido por una multitud entusiasmada que agitaba ramos de olivo, cuando faltaban pocos días para la Pascua judía.