| El Papa pidió que la Iglesia Católica tenga en Cuba "los medios necesarios" para trabajar con libertad. La historia del catolicismo en el país comunista ha sido de lucha y supervivencia.
"Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios necesarios para llevar el anuncio del Reino (de Dios) hasta las periferias existenciales de la sociedad", dijo Francisco durante la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto José Martí de La Habana.
Pese a los mutuos agradecimientos y la importancia de la visita de Francisco a Cuba, las relaciones entre la isla y los católicos no siempre fueron buenas. Para la Iglesia católica cubana, sobrevivir a los años más radicales de la revolución fue como cruzar un desierto.
Cuando en 1959 Fidel Castro y los suyos ingresaron triunfantes en La Habana, las imágenes de iglesias incendiadas y católicos perseguidos se instalaron para siempre en la mente de muchos creyentes en la isla.
Si bien la Revolución cubana no tenía al católicismo entre sus objetivos políticos, el rumbo socialista tomado en los primeros años de la década del 60 tensó la relación con todo el mundo religioso.
Esa tensión duraría más de dos décadas, hasta los últimos años de los 80 y tendría uno de sus momentos más significativos en 1976, cuando la Constitución cubana declaró el carácter ateo de la isla: "Es socialista, (y) basa su actividad y educa al pueblo en la concepción científica materialista del universo".
De a poco, los años grises de la iglesia fueron dejándose atrás. Más de cuatro décadas después de aquellos tiempos en los que sólo cuatro niños iban a la catequesis.
En 1992 Cuba modificó su Constitución y dejó el ateísmo como política oficial para convertirse en un Estado secular.
Actualmente, no obstante, estudios como el Reporte Internacional de Libertad Religiosa y la encuesta anual del Pew Research Center señalan que entre el 59 y el 63% de los cubanos se identifican como cristianos, al tiempo que el anuario estadístico del Vaticano señala que en Cuba, un país de más de once millones de habitantes, el 59,66% son católicos.
Francisco, el primer Papa latinoamericano, visita actualmente por primera vez Cuba, donde fueron colgados carteles con su foto en postes, edificios y templos. Se trata del décimo viaje al exterior de su pontificado, que comenzó en marzo del año 2013.
Durante su estadìa en la isla caribeña, el pontífice oficiará dos misas, en La Habana y Holguín, y una tercera en el Santuario de la Virgen de la Caridad, en Santiago de Cuba.
Francisco, de 78 años, visitará a partir del martes Estados Unidos, con una agenda que incluye una cita en el Congreso, otra en la Casa Blanca, y una intervención ante la asamblea general de Naciones Unidas.
Fuente: AFP.