El Papa pidió a líderes musulmanes condenar la violenci
| Francisco criticó la "cultura que rechaza al otro, que destruye los vínculos más íntimos y auténticos, acaba por deshacer y disgregar toda la sociedad y generar violencia y muerte".
El Papa Francisco pidió a líderes musulmanes condenar la violencia del extremismo religioso, tras los atentados en Francia, que dejaron 17 muertos. "Espero que los dirigentes religiosos, políticos e intelectuales, especialmente musulmanes, condenen cualquier interpretación fundamentalista y extremista de la religión que pretenda justificar tales actos de violencia", dijo.
El Pontífice también abogó por el diálogo y llamó a palestinos e israelíes reanudar las negociaciones hacia una "solución de dos Estados" para que ambos pueblos puedan convivir en paz en Medio Oriente.
También rechazó "el terrorismo de carácter fundamentalista" ya que "el fundamentalismo religioso rechaza a Dios antes incluso de descartar a seres humanos perpetrando horrendas masacres, y lo relega a mero pretexto ideológico", dijo en Pontífice.
En su discurso recordó la masacre perpetrada el 7 de enero contra el semanario francés Charlie Hebdo, donde fallecieron doce personas, y criticó la "cultura que rechaza al otro, que destruye los vínculos más íntimos y auténticos, acaba por deshacer y disgregar toda la sociedad y generar violencia y muerte".
Luego recordó a los 132 estudiantes que perecieron en diciembre en la escuela de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, a causa de un ataque talibán, un suceso que calificó de "crueldad inaudita".
También aludió a los conflictos armados en Medio Oriente para expresar su esperanza de que los dirigentes israelíes y palestinos puedan retomar las negociaciones que permitan que se haga "efectiva" lo que denominó "la solución de dos Estados".
Para tal objetivo, postuló que "se pueda reanudar la negociación entre las dos partes, con el fin de hacer cesar las violencias y llegar a una solución que permita tanto al pueblo palestino como al israelí vivir finalmente en paz".
En su recorrido por las crisis mundiales, Bergoglio nombró a Ucrania "convertida en un dramático escenario de confrontación" y a Libia, "devastada por una larga guerra intestina", Nigeria "donde no cesa la violencia" y "crece cada vez más el trágico fenómeno de los secuestros de personas", y a "Sudán del Sur y algunas regiones de Sudán, del Cuerno de África y de la República Democrática del Congo, donde no deja de aumentar el número de víctimas entre la población civil".