| Benedicto XVI llegó hoy al país de su antecesor, Juan Pablo II; el viaje durará cuatro días y culminará con una histórica visita al campo de exterminio de Auschwitz.
El papa Benedicto XVI inició hoy en Polonia una visita de cuatro días en forma de homenaje a su predecesor polaco Juan Pablo II, quien un año después de su muerte es venerado como un santo en su país natal.
"He venido para seguir los pasos de Juan Pablo II, el largo itinerario de su vida", afirmó el Papa en una ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de Varsovia-Okecie.
"Quiero beber de la fuente abundante de vuestra fe que fluye de manera ininterrumpida desde hace más un milenio", subrayó el Papa en un discurso pronunciado en polaco e italiano.
"Estoy feliz de estar entre vosotros en la tierra de la República Polaca. He deseado tanto esta visita en el país y entre la gente del país del que procedía mi amado predecesor, el servidor de Dios, Juan Pablo II", dijo.
Antes de su discurso, el presidente polaco, Lech Kaczynski, reconoció el orgullo de que Polonia haya sido el primer destino elegido directamente por el soberano pontífice. "Le agradecemos esta distinción", dijo.
La primera jornada del viaje se llevará a cabo sin baño de masas, pese a que numerosos varsovianos se congregaron en el trayecto del aeropuerto al centro de la ciudad, con pequeñas banderas amarillas y blancas del Vaticano.
El Papa empezó a marcar su impronta al cambiar el itinerario en Varsovia para rendir homenaje a los insurgentes del gueto judío caídos en 1943, después de tres semanas de lucha desigual con los nazis.
"Es muy significativo que pase por aquí y dé su bendición a la manera católica", dijo Michael Schudrich, gran rabino de Polonia.
En este primer día, el Papa tenía previsto recibir en la catedral de San Juan al clero polaco, antes de reunirse con el presidente Kaczynski y el primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz.
A última hora de la tarde, Benedicto XVI celebrará una ceremonia ecuménica en la Iglesia luterana de Varsovia.
Para este primer viaje al extranjero programado personalmente, Benedicto XVI ha elegido seguir los pasos de su predecesor Juan Pablo II.
El peregrinaje lo llevará también a la casa natal de Karol Wojtyla, a su arzobispado de Cracovia (sur) y a todos sus santuarios favoritos, empezando por el monasterio de Jasna Gora, donde se expone el ícono milagroso de la Virgen Negra.
Y como Juan Pablo II en su primer viaje en 1979, visitará el domingo el campo de la muerte nazi Auschwitz-Birkenau. Su oración en este lugar, al final de su visita a Polonia, tendrá un sentido especial pues será realizada en alemán.
El Papa dijo hoy que visitará Auschwitz más como católico que como alemán, para pensar en todas las víctimas de la barbarie nazi.
"Es muy importante darse cuenta de que somos católicos y que las nacionalidades están insertadas, relativizadas y reunidas en el gran conjunto de la comunidad católica", dijo el Papa a los periodistas en el avión que lo llevó a Varsovia.
La visita a Auschwitz "nos permitirá pensar en todas las víctimas, darnos cuenta de cómo el hombre puede caer por debajo de su dignidad pisoteando a los demás", agregó.
"Esperamos que a partir de aquí mismo nazca un nuevo sentido del humanismo, una visión del hombre como la imagen de Dios, para impedir que cosas como éstas se reproduzcan en el futuro", concluyó.
Fuente: AFP.