| Francisco en la catedral de San Patricio de Nueva York rezó las vísperas con los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas. El Papa les manifestó que es consciente del sufrimiento que debieron padecer “a causa de la vergüenza provocada por tantos hermanos que hirieron y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”.
Después de su paso por la ciudad de Washington, el Papa Francisco llegó en la tarde del viernes a la ciudad de Nueva York. Apenas bajó del avión de American Airlines, bautizado Sheperd 1 (Pastor 1), fue recibido por una multitud exultante.
Una gran cantidad de personas recibió al Santo Padre en el aeropuerto, en su primera visita a la “Gran Manzana”, portando banderas de los Estados Unidos y del Vaticano. El Papa abordó un helicóptero que lo llevó al helipuerto de Manhattan desde donde se dirigió a la catedral de san Patricio.
Los neoyorquinos salieron a las calles para manifestar su fervor y cariño al Santo Padre durante el paso del papamóvil por la Quinta Avenida, al tiempo que resonaban las campanas de todos los templos de Nueva York, a pedido de su arzobispo, el cardenal Timothy Dolan.
El Pontífice llegó finalmente a la recientemente restaurada catedral de San Patricio, el templo católico más importante de la ciudad, para rezar con los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas el rezo de las Vísperas.
El Papa dijo que es consciente del sufrimiento que debieron padecer “a causa de la vergüenza provocada por tantos hermanos que hirieron y escandalizado a la Iglesia en sus hijos más indefensos”. Al respecto agregó: "Los acompaño en este tiempo de dolor y dificultad, así como agradezco a Dios el servicio que realizan acompañando al Pueblo de Dios”.
“Con el propósito de ayudarlos a seguir en el camino de la fidelidad a Jesucristo -dijo Francisco- me permito hacer dos breves reflexiones”. La primera se refirió al espíritu de gratitud y el segundo aspecto al espíritu de laboriosidad.
“Gratitud y laboriosidad: estos son los dos pilares de la vida espiritual que deseaba compartir con ustedes esta tarde. Les doy las gracias por sus oraciones y su trabajo, así como por los sacrificios cotidianos que realizan en los diversos campos de su apostolado. Muchos de ellos sólo los conoce Dios, pero dan mucho fruto a la vida de la Iglesia”, expresó Francisco.
Francisco se convirtió así en el cuarto Pontífice en visitar Nueva York en los últimos 50 años. Los tres anteriores fueron San Juan Pablo II (1979 y 1985), Benedicto XVI (2008) y Pablo VI (1965).