| El Papa Francisco recibió este jueves durante 50 minutos en su estudio del palacio apostólico al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para el primer encuentro privado entre los dos líderes desde la elección del pontífice hace un año. "Soy un gran admirador suyo", le dijo Obama en inglés al saludar a Francisco.
El primer papa de América recibió de pie, en la entrada de su biblioteca privada y con una cierta formalidad, al mandatario estadounidense, quien sonreía abiertamente y parecía emocionado mientras Francisco le estrechaba las dos manos.
"Welcome, mister president" (Bienvenido, señor presidente), le dijo el Papa en inglés, idioma que no suele hablar.
Enseguida, dos traductores, un religioso y una mujer con mantilla negra, entraron para participar en el encuentro que se desarrolló en el escritorio papal, sentados uno delante del otro y sin otras personas presentes.
En su primera visita al Vaticano, Obama fue recibido en el patio de San Dámaso, donde lo esperaba el prefecto de la casa pontificia, el obispo Georg GTMnswein, secretario también de Benedicto XVI, el papa emérito que renunció al cargo en 2013.
Obama, que ya se había reunido con Benedicto XVI, dijo que sentirse "muy agradecido" por la disposición del Papa a recibirlo en una entrevista concedida al diario italiano Il Corriere della Sera.
"El Papa nos desafía. Implora que nos acordemos de la gente, de las familias, de los pobres. Nos invita a detenernos y a reflexionar sobre la dignidad del hombre", adelantó Obama.
"Vengo a Roma para escucharlo", reconoció el presidente estadounidense, quien recalcó que "el pensamiento" del pontífice latinoamericano es "precioso para comprender cómo podemos ganar el reto de combatir la pobreza extrema y la desigualdad en la distribución de los ingresos", añadió.
"Con sus continuas palabras sobre la justicia social, el pontífice nos advierte sobre el riesgo de habituarnos a las desigualdades extremas hasta el punto de aceptarlas como algo normal", reconoció Obama en la entrevista concedida en Bruselas al margen de la gira que el mandatario realiza por Europa.
Roma ha sido literalmente blindada para la llegada de Obama, quien permanecerá 40 horas en la Ciudad Eterna.
El mandatario estadounidense llegó a bordo del Air Force One la noche del miércoles al aeropuerto de Fiumicino procedente de Bruselas, donde participó en la cumbre Estados Unidos-Unión Europea (UE).
Obama se reunirá también este jueves con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro, Matteo Renzi. Por la tarde visitará el emblemático Coliseo, cerrado al público para la ocasión.