"Que el grito de la paz se eleve con fuerza por un mundo en paz", dijo el Papa en un solemne llamado ante decenas de miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro para asistir a la oración del Ángelus.
"Condeno firmemente el uso de armas químicas. Aún tengo grabadas en el espíritu y en el corazón las terribles imágenes de los últimos días", dijo el papa argentino antes de exclamar: "¡hay un juicio de Dios y un juicio de la Historia ante nuestras acciones, del cual no podemos escapar!".
"El uso de la violencia no trae la paz. La guerra llama a la guerra. La violencia llama a la violencia", señaló.
El Papa anunció también que el 7 de septiembre tendrá lugar una vigilia de oración, de 19 a 21, y llamó a todos los cristianos, pero también a los fieles de otras religiones y a los no creyentes, a participar en esta jornada.
Desde hace varias semanas, el Papa reitera su llamado al diálogo, oponiéndose firmemente a cualquier intervención armada en Siria.