Sociedad | En su quinta misa navideña en la basílica vaticana. "La fe de esa noche nos mueve a reconocer a Dios presente en todas las situaciones en las que lo creíamos ausente", dijo.
En su quinta misa navideña como pontífice, el Papa Francisco pidió hoy "abrir los ojos ante el que sufre" y pidió mayor acogida para los millones que "son expulsados de su tierra".
"La fe de esa noche nos mueve a reconocer a Dios presente en todas las situaciones en las que lo creíamos ausente. Él está en el visitante indiscreto, tantas veces irreconocible, que camina por nuestras ciudades, en nuestros barrios, viajando en nuestros metros, golpeando nuestras puertas", aseguró Jorge Bergoglio durante la denominada "Misa de Gallo" en la Basílica de San Pedro.
"En los pasos de José y María se esconden tantos pasos. Vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar. Vemos las huellas de millones de personas que no eligen irse sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra", planteó Francisco ante unas 10.000 personas que llenaron la basílica vaticana.
La celebración había iniciado pasadas las 21 locales con la "Kalenda", el canto en latín que en la tradición católica convoca al anuncio de la Navidad, mientras miles de personas seguían la celebración en pantallas gigantes desde la Plaza San Pedro
"María y José, los que no tenían lugar, son los primeros en abrazar a aquel que viene a darnos carta de ciudadanía a todos. Aquel que en su pobreza y pequeñez denuncia y manifiesta que el verdadero poder y la auténtica libertad es la que cubre y socorre la fragilidad del más débil", agregó Bergoglio.
Durante la celebración, las ofrendas estuvieron a cargo de niños de sus dos próximos destinos, Chile y Perú, a donde irá en enero próximo, y de Suiza, Polonia, China e India, a donde podría llegar el año próximo.
Tras la celebración de este domingo, mañana, a las 12 locales (8 de Argentina) el pontífice se volverá a asomar al balcón central de la basílica de San Pedro, desde donde saludó apenas elegido papa en marzo de 2013, para dar la bendición "Urbi et Orbi" (A Roma y al mundo).
Al mediodía de este domingo, durante su tradicional Ángelus, el pontífice había pedido por el "don de la paz para todo el mundo" y en la víspera de Navidad reclamó la "liberación" de todas las personas secuestradas.
"Que tu ternura revolucionaria nos convenza a sentirnos invitados, a hacernos cargo de la esperanza y de la ternura de nuestros pueblos", finalizó este domingo su quinta misa de gallo como Papa.