| El Papa inició su visita a Sri Lanka. Pidió respetar las diferencias entre las religiones.
El Sumo Pontífice solicitó "aprender a vivir como una única familia" en un país que vivió 30 años de guerra civil y con el mundo aún conmocionado por los atentados de París. Así lo expresó durante su discurso ante las autoridades cingalesas en el aeropuerto de Colombo a su llegada a Sri Lanka, donde permanecerá hasta el 15 de enero, cuando tiene previsto viajar a Filipinas.
La historia de Sri Lanka, que vivió treinta años de guerra civil entre los tamiles y los cingaleses y que concluyó en 2009, sirvió al Papa para afirmar que es "una tragedia constante en nuestro mundo que tantas comunidades estén en guerra entre sí".
Ahora, recordó el Papa, en el país, se "trata de consolidar la paz y de curar las heridas", aunque "no es tarea fácil superar el amargo legado de injusticias, hostilidad y desconfianza que dejó el conflicto".
Para el proceso de recuperación de Sri Lanka, Francisco aconsejó "la búsqueda de la verdad", aunque, precisó, "no con el fin de abrir viejas heridas, sino más bien como un medio necesario para promover la justicia, la recuperación y la unidad".
En este proceso para consolidar la paz, en opinión del Papa, "los creyentes de las diversas tradiciones religiosas tienen un papel esencial".
En Sri Lanka conviven budistas, que es la religión mayoritaria con el 70% de la población, el 12,6% son hinduistas, el 9,7% musulmanes y el 7% católicos.
Pero para que el proceso de reconciliación tenga éxito, continuó Francisco, "todos los miembros de la sociedad deben trabajar juntos y tener voz".
"Todos deben sentirse libres de expresar sus inquietudes, sus necesidades, sus aspiraciones y sus temores y aceptarse mutuamente, a respetar las legítimas diferencias y aprender a vivir como una única familia", agregó.
Y así, "la diversidad ya no se verá como una amenaza, sino como una fuente de enriquecimiento", señaló.
La reconstrucción de un país, agregó el Sumo Pontífice, debe abarcar no sólo las infraestructuras y la necesidades materiales sino también "la promoción de la dignidad humana, el respeto de los derechos humanos y la plena inclusión de cada miembro de la sociedad".
Francisco destacó además que su visita es pastoral para "conocer, animar y rezar con los fieles católicos".