Sociedad | "Que el espíritu de la reconciliación gane espacio entre nosotros", pidió el Papa a la multitud que participó de la ceremonia inaugural de su visita a Chile.
Ante más de 500 mil fieles, el Papa lideró una ceremonia religiosa en Santiago de Chile. El jefe de la Iglesia Católica fue recibido con cánticos y con distintas ovaciones de los feligreses.´
"¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ", dijo el Papa, en una homilía en la que, inspirándose en el Evangelio del día, habló de las bienaventuranzas de Jesús, que "no nacen de una actitud pasiva frente a la realidad".
"Las bienaventuranzas no nacen de actitudes criticonas ni de la "palabrería barata" de aquellos que creen saberlo todo pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie, y terminan así bloqueando toda posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción en nuestras comunidades, en nuestras vidas", dijo, sacando a relucir porteñismos.
"Las bienaventuranzas nacen del corazón misericordioso que no se cansa de esperar. Y experimenta que la esperanza "es el nuevo día, la extirpación de una inmovilidad, el sacudimiento de una postración negativa", agregó, citando a Pablo Neruda, en "El habitante y su esperanza".
"Jesús viene a extirpar la inmovilidad paralizante del que cree que las cosas no pueden cambiar, del que ha dejado de creer en el poder transformador de Dios y en sus hermanos, especialmente en sus hermanos más frágiles, en sus hermanos descartados", subrayó y agregó: "Que el espíritu de la reconciliación gane espacio entre nosotros".