El Papa condenó la escalada bélica entre Israel y el L&i
| Por primera vez desde el inicio del conflicto, el Vaticano salió hoy a condenar la escalada bélica entre Israel y el Líbano y expresó su preocupación por la situación en Oriente Medio al igual que la comunidad internacional. La crisis entre ambos Estados empeora minuto a minuto: el ejército israelí bombardeó hoy otra vez el aeropuerto internacional de Beirut, y la ruta que comunica el Líbano con Damasco, la capital Siria. La guerrilla islámica de Hezbollah disparó al menos 20 misiles contra la ciudad de Sadef, al norte de Israel causando 15 heridos.
El saliente secretario del Vaticano, el cardenal Angelo Solano, aseguró que el Benedicto XVI y sus colaboradores siguen "con particular atención los últimos dramáticos episodios, que corren el riesgo de degenerar en un conflicto con repercusiones internacionales". En declaraciones a Radio Vaticana, el influyente purpurado dijo que las noticias que llegan de la frontera libanesa y Beirut "son preocupantes", en alusión a la ofensiva israelí sobre el Líbano, que tiene una importante población católica.
"El derecho a la defensa por parte de un Estado no exime del respeto de las normas del derecho internacional, sobre todo por lo que se refiere a la salvaguardia de las poblaciones civiles", señaló el cardenal.
La ofensiva de Israel tuvo hoy más blancos estratégicos: bombardeó otra vez el aeropuerto internacional Rafic Hariri de Beirut, de donde la compañía aérea libanesa Middle East Airline (MEA) comenzó a sacar sus aviones y enviarlos a países vecinos, según radios locales. Anoche, la Fuerza Aérea atacó un cuartel de Hezbollah en los suburbios de Beirut, al tiempo que realizó bombardeos contra una estratégica ruta a Siria y una central eléctrica. El Líbano quedó completamente aislado.
En respuesta, la guerrilla islámica lanzó un ataque con misiles a la ciudad israelí de Haifa, y en Sadef, al norte de Israel, donde una ola de 20 cohetes dejó 15 heridos. Ante el temor a nuevos ataques, los vecinos comenzaron a abandonar la ciudad. La estación de micros estaba esta mañana repleta de pasajeros, mientras que las paradas de taxis informan de un continuo ir y venir hacia el sur con pasajeros que escapan de los misiles.
La población de Naharía recibió órdenes ayer de pasar la noche en los refugios antiaéreos, aunque esta mañana los servicios de emergencia autorizaron la salida por unas horas. A mediodía, después de los primeros dos impactos, las patrullas policiales volvieron a las calles para advertir por altavoces que los vecinos debían regresar a los refugios. En esa ciudad murió ayer una argentina de 47 años bajo el fuego de Hezbollah.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá en horas, a pedido del gobierno de Líbano, por la ofensiva militar lanzada por Israel. Los países árabes reclaman también una fuerte condena por los ataques militares israelíes sobre Líbano y Franja de Gaza. Los intercambios diplomáticos comenzaron intensificarse. Bush llamó por teléfono al presidente egipcio Hosni Moubarak, al Primer ministro libanés Fuad Siniora y al rey de Jordania Abdala II, para abordar la crisis en Oriente Medio. Todo en medio de las tres condiciones que hoy salió a imponer el premier israelí Ehud Olmert para poner un alto al fuego en el Líbano. Olmert exige la liberación de los dos soldados secuestrados, el cese de los disparos de cohetes y la aplicación de una resolución de la ONU para el desarme del movimiento shiita Hezbollah. Las novedades desde el frente político impactaron en el económico. El precio del petróleo Brent superó por primera vez los 78 dólares por barril el viernes por la mañana en Londres, un récord desde que comenzó la cotización en 1988, a causa del abierto conflicto. Ni Israel ni el Líbano son productores de petróleo, pero la hipótesis de una guerra abierta hace temer sobre el equilibrio en la región.
El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió hoy a la Unión Europea y a Naciones Unidas que intervengan "activamente" en el conflicto. El primer ministro italiano, Roma Prodi, se mostró también "muy preocupado" y condenó los ataques. También habó el presidente francés, Jacques Chirac, quien calificó de "verdaderamente peligrosa" la situación.