Domingo 15 de Octubre de 2006, 13:29

El Papa canonizó a un obispo mexicano

| Benedicto XVI proclamó santo a Rafael Guízar Valencia, conocido como el "Obispo de los pobres". En la misma ceremonia, que tuvo lugar en la Plaza San Pedro, fueron canonizados los italianos Felipe Smaldone y Rosa Venerini y la francesa Theodore Guerin.


El papa Benedicto XVI proclamó hoy santo al mexicano Rafael Guízar Valencia, víctima de la persecución anticlerical del siglo XX. Junto a él fueron canonizados, el presbítero italiano Felipe Smaldone, fundador del Instituto de las Hermanas Salesianas de los Sagrados Corazones; la italiana Rosa Venerini, fundadora de la Congregación de las Maestras Pías Venerinas; y la francesa Theodore Guerin, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Providencia de Santa María ad Nemus. Durante la misa, presidida por el Pontífice junto a 38 oficiantes, el Papa dijo: "Santo es aquel hombre y aquella mujer que, respondiendo con alegría y generosidad a la llamada de Cristo, lo deja todo para seguirlo". Además, Benedicto XVI aseguró que Rafael Guízar Valencia, que fue obispo de Veracruz, "pudo ayudar así a los pobres, incluso en medio de persecuciones sin tregua". Y destacó -en español- que "su caridad, vivida en grado heroico, hizo que le llamaran el Obispo de los pobres". El nuevo santo nació en Cotija, estado de Michoacán, el 26 de abril de 1878. El 6 de junio de 1938 murió y fue trasladado a Jalapa, Veracruz, donde fue sepultado. Finalmente, en enero de 1955 fue beatificado por el papa Juan Pablo II. Perseguido, refugiado en Estados Unidos, Guatemala y Cuba, donde estaba cuando fue nombrado obispo de Veracruz, Guízar Valencia desplegó una intensa y arriesgada actividad pastoral. El Pontífice explicó que una de las prioridades de Guízar Valencia fue la formación de los sacerdotes y pidió que su ejemplo sirva "a los hermanos obispos y sacerdotes a considerar como fundamental en los programas pastorales, además del espíritu de pobreza y de la evangelización, el fomento de las vocaciones sacerdotales y religiosas". La canonización se hizo en la Plaza de San Pedro, donde había unos siete mil mexicanos. También concurrieron miles de italianos, ya que el Pontífice proclamó santos a Felipe Smaldone (1848-1923) y a Rosa Venerini (1656-1728), fundadora de las Maestras Pías Venerinas, y cientos de fieles franceses y estadounidenses, que asistieron a la canonización de Teodora Guerib (1798-1856). Fuente: AP.