El Papa, artífice del diálogo entre los Estados Unidos y

El gobierno de los Estados Unidos y el Presidente Barack Obama reconocieron públicamente la mediación del Papa Francisco para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, que posibilitará levantar en parte el embargo económico, comercial y financiero que afronta Cuba desde 1960. La administración estadounidense dio a conocer que el Santo Padre envió en septiembre un mensaje a los Presidentes Barack Obama y Raúl Castro urgiendo a terminar con el distanciamiento. Las conversaciones prosiguieron hasta que el martes 16 de diciembre ambos presidentes mantuvieron una comunicación telefónica. A través de un mensaje televisivo desde Panamá, Obama agradeció el ejemplo y la ayuda del Pontífice. “Quiero agradecer al Vaticano y especialmente al papa Francisco, cuyo ejemplo moral ha colaborado al mejoramiento de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos”. Por su parte, la Casa Blanca reconoció que la carta papal “dio un gran impulso para avanzar” en las negociaciones, al tiempo que informaron sobre la presencia de representantes del Vaticano en el proceso. Por su parte, el Presidente de Cuba, Raúl Castro, anunció que ambas naciones restablecerán las relaciones diplomáticas y evaluarán las medidas necesarias para evitar el bloqueo económico, que en los Estados Unidos están regidos por ley. No obstante, el presidente Obama puede morigerar las consecuencias prácticas en uso de sus facultades ejecutivas. Según informó Castro, ambas naciones también se comprometieron a dirimir sus diferencias en materia de derechos humanos, sociales y políticos en los organismos internacionales que ambas naciones integran, como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA), tomando como referencia los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. “Reafirmo nuestra voluntad de dialogar sobre todos estos temas”, dijo Castro. Como señal de entendimiento, ambos países intercambiaron ciudadanos acusados de actuar como espías. El empresario Alan Gross fue liberado y devuelto a su país, mientras que tres integrantes de la “Red Avispa”, enviada por el entonces presidente Fidel Castro a espiar el sur de Florida, volvieron a la isla, donde fueron recibidos como héroes.