| La presidenta Cristina Kirchner participó ayer en la Cumbre del G 20 en Londres y manifestó su optimismo por los resultados de esa histórica reunión, al destacar que hubo “una fuerte autocrítica a un sistema económico que no tenía regulación”.
En declaraciones a la prensa luego de formar parte del plenario, la Presidenta argentina remarcó que “(el documento que acordó el G 20) describe muy claramente que hay una fuerte crítica o autocrítica de un sistema que no tenía regulación”. Cristina se refirió así al texto aprobado por la cumbre del G 20 y festejó que también incluye “una crítica muy fuerte al tema de las calificadores de riesgo y la necesidad del control sobre las mismas”.
La Presidenta ponderó el documento firmado por los mandatarios participantes del encuentro, quienes se reunieron en Londres para definir políticas a adoptar a fin de hallar una salida a la dura crisis mundial. En ese sentido consideró “que hubo muchos adelantos respecto de lo que fue la reunión en Washington”, en referencia a la anterior cumbre de los países centrales y emergentes celebrada a fines del año pasado.
La mandataria llevó a las discusiones del principal foro mundial los reclamos —compartidos por otros países participantes— por una reforma del sistema financiero mundial, entre ellos los organismos de crédito internacional como el FMI y el Banco Mundial y por la eliminación de los paraísos fiscales.
La mandataria decidió adelantar su regreso por la muerte de Raúl Alfonsín, lo que la obligó a modificar la agenda original que preveía reuniones privadas con algunos de los mandatarios del G 20, en el marco de su participación en ese importante foro. Anoche, la jefa de Estado emprendió un regreso anticipado a Buenos Aires para reunirse hoy con los familiares de Raúl Alfonsín.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió la intervención del Estado en la economía y ratificó la decisión del Gobierno de designar directores en todas las empresas en las que el Gobierno tiene participación accionaria.
La Presidenta dijo que “el Estado tiene la obligación de designar a los directores y de controlar a las empresas. Por ejemplo, en qué gastan y cuáles son sus proyectos de inversión”. Agregó que “lo que debería plantearse la sociedad, y especialmente los políticos que se oponen, es por qué se compraron acciones de algunas empresas y otras no. Hubo una gran discrecionalidad en la elección de las acciones que compraban las AFJP”, según se informó.
El Gobierno tiene ahora participación accionaria, en algunos casos superior al 25%, en alrededor de 40 empresas que pasaron al Estado tras la estatización las ex AFJP.
La Presidenta comparó estas designaciones con la mayor injerencia de los Estados en las economías a partir de la crisis financiera que sacude al mundo y señaló que “se cayó el modelo que muchos defendían” de libertad de mercado, con un Estado menos presente”.
Fuente: NA.