| El organismo, que supo imponer políticas de achique al Sur y admite en silencio la intervención estatal del Norte, también aseguró que la economía mundial apenas crecerá medio punto. Aconsejó salvar a los bancos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de un informe elaborado para los países del Grupo de los 20 (G-20), estimó que la economía argentina no crecerá durante 2009 y recomendó la aplicación de un marco fiscal "previsible" para el mediano plazo. Además pronosticó que la economía mundial apenas crecerá medio punto y que los precios de las commodities no se recuperarán mientras se mantenga una actividad económica deprimida.
El organismo también pronosticó que el país volverá a crecer en 2010, pero a un ritmo de 1,5%. Sus perspectivas llegan en momentos en que el Gobierno analiza la posibilidad de volver a pedir prestamos luego de tres años de no tener relación con el FMI.
El FMI, que revisó por segunda vez desde noviembre sus perspectivas económicas mundiales, señaló que se trata de la menor tasa de crecimiento registrada desde la Segunda Guerra Mundial e instó a los gobiernos a implementar "rapidamente" acciones para recomponer el sistema financiero, caso contrario advirtió que la caída podría ser "aún más servera".
Desde Washington y siempre con sus recetas a mano, el organismo aseguró que "si no se restaura la salud al sector financiero, no será posible una recuperación duradera", y agregó que los bancos centrales deberán inyectar más dinero en el sistema y buscar soluciones a los "activos tóxicos" que impactan en los balances.
En ese sentido, aunque con reparos, el FMI apoyó la idea de crear un bad bank o "banco malo" (un proyecto que presentó el presidente de EE.UU. Barack Obama) en el que se concentren los préstamos incobrables y enfatizó que las condiciones crediticias siguen "gravemente dañadas" y las pérdidas financieras están creciendo".
Entre las medidas necesarias para enfrentar la crisis, el FMI propuso nuevamente planes de reactivación, tan conocidos por medio de ajustes en los países del Sur, y que "parecen ahora probables en las mayores economías". A pesar de esto, las nuevas recetas pasan por la inyección de dinero y el Fondo calculó que los miembros del G-20 gastarán este año un 1,4% de su PIB de forma colectiva en un intento de resucitar sus economías.
El organismo estimó que esos proyectos "deberían tener un impacto considerable sobre el crecimiento de los países industrializados y de las grandes economías emergentes del G-20 en 2009: del orden de 0,50% a 1,25%". Su efecto sería por el contrario "mínimo" en 2010 "según los datos actuales".
Esta reactivación tendrá los efectos más espectaculares "en Canadá, Alemania, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos", entre las economías desarrolladas, y "en China, Rusia y Sudafrica" entre las economías emergentes. Más adelante, el documento recomienda aumenta la confianza en el mantenimiento de la sustentabilidad fiscal de mediano plazo, introduciendo reformas en los sectores de salud y previsional.
En tanto, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, expresó como "posible" una recuperación en 2010, pero condicionó este repunte a los esfuerzos de los gobiernos para restaurar las condiciones crediticias.