El fiscal de Miami dice que la valija no era de Antonini
| El fiscal federal Thomas Mulvihill desafió la historia oficial difundida en Caracas y en Buenos Aires señalando que el dinero pertenecía a "otro pasajero"; el venezolano Moisés Maionica, que está preso, se declaró ayer culpable del plan para ocultar el verdadero destinatario de los dólares.
Las novedades salieron ayer de Miami por partida doble. Uno de los cuatro acusados de intentar acallar a Guido Alejandro Antonini Wilson se declaró culpable y aceptó colaborar con la justicia. Y como si no fuera suficiente con semejante sacudón, el fiscal federal Thomas Mulvihill desafió la historia oficial difundida en Caracas y en Buenos Aires. Afirmó que los 800.000 dólares no eran de Antonini.
Más aún: que la famosa maleta ni siquiera le pertenecía a él, sino “a uno de los otros pasajeros”. Mulvihill no se quedó allí y dijo que Antonini incluso “ignoraba que los 800.000 dólares estuvieran en la maleta”, porque, simplemente, ese equipaje no era suyo. Explicó el fiscal que el verdadero dueño de los dólares, cuyo nombre calló, le había pedido a Antonini que la transportara él.
El sacudón se gestó bien temprano, cuando el abogado venezolano Moisés Maionica, rubio y regordete, se presentó ante la jueza Joan Lenard, en la Corte Federal de Miami, y le anunció en español y con la ayuda de una intérprete que quería revocar su declaración de inocencia que había presentado el 7 de enero.
De pie ante el estrado y con las manos detrás de su espalda, Maionica explicó que se declaró culpable de actuar como agente encubierto del gobierno de Hugo Chávez en Estados Unidos para convencer a Antonini que ayudara a ocultar “el verdadero origen y el destino” de los 800.000 dólares detectados en Buenos Aires el 4 de agosto.
A cambio, su abogado defensor, Rubén Oliva -famoso en Florida por su tendencia a cerrar acuerdos de cooperación con la fiscalía-, le solicitó a la jueza que le redujera la pena, cuyo máximo previsto llega a los 15 años de prisión y 250.000 dólares de multa, lo que fue compartido por Mulvihill, que pidió que se la bajara “al mínimo” posible.
Oliva contó luego que su cliente se encontraba en Estados Unidos, listo para iniciar un crucero de Disney en agosto pasado, cuando lo llamó un funcionario venezolano. Le pidió que contactase a Antonini Wilson, algo para lo cual Maionica no sabía que debía registrarse ante el Departamento de Justicia. Pero su "desconocimiento de la ley no es excusa", reconoció su abogado defensor.
La jueza aceptó el pedido y ordenó que Maionica continúe detenido en una celda individual hasta que le dicte sentencie el 4 de abril, lo que aceleró las especulaciones sobre cuáles serán los pasos que seguirán los otros tres detenidos, los ex socios de Antonini, Carlos Kauffmann y Franklin Durán (ambos venezolanos y dueños de la petroquímica Venoco), y el uruguayo Rodolfo Wanseele Paciello (de lo que se informa por separado).
Los tres y Maionica fueron detenidos el 11 de diciembre por agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que desde agosto grababa y filmaba las reuniones y conversaciones que mantenían con Antonini.
En al menos dos de esas grabaciones, Durán afirmó que los 800.000 dólares eran para financiar la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner, lo que desató la ira del gobierno argentino. La Presidenta acusó a Antonini de protagonizar una "operación basura" promovida desde el poder de Estados Unidos para ensuciarla y afectar su gestión apenas iniciada, mientras que el Congreso nacional, de mayoría oficialista, expresó su "más absoluto repudio" al gobierno norteamericano.
Sólo ahora, a un mes y medio de aquella primera noticia sobre el caso, se empiezan a notar gestos de deshielo en la relación entre la Argentina y Estados Unidos.
Ante la consulta de La Nación, sin embargo, Antonini siempre declaró su inocencia y pidió tiempo para demostrarla. Ayer, Mulvihill dio el primer paso para sostener esa línea, según consta en la "base factual del pedido del acusado Moisés Maionica" con la que acompañó la presentación del abogado venezolano y su defensor, Oliva.
A lo largo de siete carillas, Mulvihill relató el papel que tuvo Maionica en el intento de encubrimiento del destino de la valija del escándalo.
Pero también expuso, por primera vez y con un estilo tedioso y reiterativo -pero que evitó cualquier ambigüedad o confusión-, que la trama de lo que ocurrió aquella madrugada del 4 de agosto en el aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires podría ser muchísimo más compleja de lo que siempre se había creído.
"El dinero fue encontrado en una maleta que era llevada por Guido Alejandro Antonini Wilson. El señor Antonini transportaba la maleta a pedido de uno de los otros pasajeros. El señor Antonini ignoraba que los US$ 800.000 estuvieran en la maleta, dado que la maleta pertenecía a uno de los otros pasajeros", contó Mulvihill en el escrito, aunque se cuidó de detallar el nombre del dueño verdadero de los dólares que todavía esperan en un depósito de Buenos Aires a que alguien los reconozca como propios.
Además de Antonini, en aquel vuelo privado rentado por funcionarios públicos argentinos, también viajó Daniel Uzcátegui Specht (que ahora tiene 20 años), hijo del por entonces vicepresidente de la petrolera estatal venezolana Pdvsa y a cargo de la filial argentina, Diego Uzcátegui Matheus, desplazado de ambos cargos a raíz del escándalo.
En dos diálogos telefónicos, Uzcátegui (hijo) negó dos semanas atrás que el dinero le perteneciera. "La valija no era mía. ¡Claro que no!", se defendió.
El fiscal Mulvihill también señaló ayer, sin embargo, que el dinero había sido transportado hasta el avión en Caracas por el "asistente de un alto funcionario" de Pdvsa, cuyo nombre, otra vez, se cuidó de precisar. Otra carta que podría sacar a relucir durante el juicio oral.
El pasaje de aquel jet privado incluyó a tres funcionarios de Pdvsa: Nelly Cardozo Sánchez (asesora jurídica), Ruth Behrends Ramírez y Wilfredo Avila Driet (de Protocolo).
Los tres se sumaron a quienes rentaron el vuelo: Claudio Uberti, por entonces mano derecha del ministro Julio De Vido para Venezuela; su secretaria, Victoria Bereziuk, y el presidente de la petrolera estatal argentina Enarsa, Exequiel Espinosa, que permanece en su cargo en el gobierno de Cristina Kirchner.
Fuente: diario La Nación.