El facilitador español destacó el "empeño&qu

Diplomáticos y técnicos de Argentina y Uruguay comenzaron este martes a exponer y debatir en Nueva York para procurar destrabar el conflicto pastero binacional haciendo eje en la reserva de los contenidos y moviéndose al compás de la impronta del embajador español Juan Antonio Yáñez Barnuevo. "Tengo una área que no es tan fácil, pero la verdad es que la actitud de los colegas la hace grata... Seguiremos trabajando", expresó Yáñez Barnuevo, el hombre de los "buenos oficios", en un paréntesis de las reuniones que coordina en sus oficinas de Manhattan. El representante de España ante las Naciones Unidas y del propio rey de España en este conflicto, puso también de relieve el "empeño" de argentinos y uruguayos para hacer frente a este complejo pleito de posiciones férreamente encontradas. Además, dijo que la "intención" general de los protagonistas del diálogo neoyorquino es emitir mañana un "comunicado" en el que se resuma el trabajo de los dos días estipulados para afrontar el costado técnico del conflicto. La complejidad del problema y las disímiles ponencias expuestas hoy en el doble turno de trabajo permiten suponer que la búsqueda de una salida tiene por delante "un intenso camino por recorrer", como indicaron a Télam fuentes de ambas delegaciones. Por igual, los jefes de las delegaciones, los embajadores Susana Ruiz Cerruti (Argentina) y José Luis Cancela (Uruguay) coincidieron en expresar que hasta tanto "no se agote la instancia técnica" actual no se pasará a un nuevo capítulo "político". Para esto, hoy desde las 9.30 hora local (10.30 de Argentina), los miembros de las comitivas iniciaron el trabajo en las oficinas españolas próximas a la ONU, que sólo se detuvieron por el almuerzo de camaradería que ofreció el anfitrión Yáñez Barnuevo. El emprendimiento Botnia estuvo en el eje de la discusión, rechazado por Argentina y defendido por Uruguay sobre la base de estudios y proyecciones. Los argumentos uruguayos siguieron siendo insuficientes para el entender y gusto de Argentina, que asevera que la instalación de Botnia en Fray Bentos provocará daños sociales, económicos y ambientales particularmente en Entre Ríos. La jornada versó, tal cual lo estipulado, en el progresivo desglose de la Declaración de Madrid, el documento que firmaron los dos gobiernos el 20 de abril pasado en la Capital Española. Precisamente, el primero de los puntos trata sobre la "localización" de la planta de Botnia, del que se desprende el segundo, referido a los cortes de rutas que realizan asambleístas entrerrianos a manera de protesta. Porque para Uruguay los cortes son en buena forma la "causa" del diferendo, cuando en realidad -como enarbolan especialmente en Gualeguaychú- ese accionar sobre las rutas binacionales resulta la "consecuencia" de la decisión unilateral uruguaya de autorizar a Botnia en Fray Bentos. La cita de Botnia no dejó pasar por alto que la construcción de su planta está prácticamente terminada y que, según fuentes oficiales uruguayas consultadas por Télam, debería comenzar a funcionar "en el último trimestre del año". Este elemento del "último trimestre" modificaría el anuncio hecho por la propia empresa finesa sobre que esperaban poner la planta en marcha en la "mitad del tercer trimestre del año". Y el final de la obra en cuestión estaría dado por el "acondicionamiento paisajístico", que apunta a evitar la denominada "contaminación" visual que provoca el desarrollo de una planta de la magnitud de la de Botnia. La delegación argentina encabezada por Ruiz Cerruti cuenta también con el jefe de Gabinete de la Cancillería, Alberto D'Alotto; el asesor científico de la secretaría de Medio Ambiente, Jorge Rabinovich y el secretario de Medio Ambiente de Entre Ríos, Gabriel Moguilner. Por Uruguay, además del embajador Cancela, participan la directora nacional de Medio Ambiente, Alicia Torres; el abogado Alberto Pérez Pérez; el ingeniero químico Cyro Crocce y el asesor jurídico Marcelo Cousillas. Fuente: Télam.