| Cho Seung-Hi dejó una nota en su cuarto de la residencia estudiantil. En ella, se quejaba de los "niños ricos", la "desmoralización" y la "charlatanería engañosa" en el campus. Aseguran que en el último tiempo se mostraba cada vez más agresivo y extraño. Durante algunos periodos ingirió antidepresivos.
Cho Seung-Hi, francotirador que mató este lunes a 32 personas en la Universidad Politécnica de Virginia, dejó un mensaje plagado de quejas, según informó hoy el diario "Chicago Tribune", citando informantes no precisados.
En su mensaje, el estudiante de 23 años de Corea del Sur ennumeró una serie de quejas. El mensaje fue encontrado en su cuarto en la residencia estudiantil del campus de la universidad, que se encuentra en Blacksburg, donde se suicidó tras la masacre.
De acuerdo con el diario, el joven se quejaba en su nota de los "niños ricos", sobre la "desmoralización" y la "charlatanería engañosa" en el campus. Al parecer, en el último tiempo, Cho mostraba un comportamiento cada vez más agresivo y extraño.
Entre otras cosas habría iniciado un incendio en un cuarto de la residencia estudiantil y rondó a varias mujeres. Durante algunos periodos ingirió medicamentos contra la depresión. De documentos judiciales se desprende que hace pocos días había sido multado por conducir por sobre el límite de velocidad.
Según se informó, Cho llegó a Estados Unidos en 1992 y contaba, como "residente a largo plazo", con una "green card", es decir, con permiso de residencia. Este estatus permite en el estado de Virginia comprar armas como cualquier ciudadano estadounidense.
Los padres de Cho viven en la ciudad Centreville, cerca de la capital, Washington, a más de 700 kilómetros del lugar del hecho, y al parecer regentean una tintorería. El canal CNN mostró imágenes de la casa prolijamente pintada de blanco de la familia.
”Él (Cho) era muy tranquilo, siempre se mantenía alejado de los demás", dijo un vecino al "Chicago Tribune". El cartero Rod Wells, que entrega el correo a la familia desde hace tiempo, describió a la madre y el padre como personas muy simpáticas y amables. "Ningún padre merece algo así", dijo visiblemente conmocionado.