| Desde el pasado miércoles los ataques del Ejército israelí contra su vecino del norte de suceden, tras la captura de dos soldados hebreos por el grupo chií Hizbulá en una emboscada. Mientras, los cohetes lanzados por la milicia chií libanesa Hizbulá desde el sur del país se han cobrado más de una veintena de vidas en Israel.
El Ejército israelí informó de que había interceptado un misil de largo alcance de fabricación iraní.
A última hora del día, Hizbulá disparó un cohete contra un hospital de la ciudad de Safed, en el norte de Israel, y al menos seis personas resultaron heridas.
Los últimos fallecidos del día fueron 12 civiles libaneses que trataban de huir en su vehículo de la localidad costera de Romeila, al sur de Beirut, y murieron por la explosión de un misil aire-tierra israelí, según fuentes policiales.
Por otra parte, miembros de los equipos de defensa civil rescataron hoy los cadáveres de diez personas que se encontraban bajo los escombros de un edificio destruido ayer domingo durante los bombardeos en la localidad de Tiro (sur).
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, declaró que la campaña que está llevando Israel en el Líbano y Gaza es un acto de "autodefensa", y acusó a Siria e Irán de tratar de conducir la actual crisis en Oriente Medio "por control remoto".
Así, justificó los ataques israelíes como "autodefensa" por el mero "derecho a llevar una vida normal", según dijo en una comparecencia esta tarde en el Parlamento israelí (Kneset).
Fuente: EFE.