Comienza la cumbre Iberoamericana de jefes de Estado
| La confirmación de que el reelecto presidente de Brasil, Lula Da Silva, no participará del encuentro constituye la ausencia más importante. La reunión se polemizó mediáticamente por el conflicto que mantienen Argentina y Uruguay por las pasteras.
La XVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado quedará oficialmente inaugurada hoy en Montevideo con la presencia de una veintena de mandatarios y el eje puesto en la compleja problemática de los migrantes, que provocó un intenso debate en las jornadas preliminares.
El acto inaugural se realizará a las 19 (18 de la Argentina) en el teatro Solís y estará a cargo del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias; el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan; el rey de España, Juan Carlos de Borbón y el presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez.
La ausencia del flamante presidente reelecto del Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, constituye la baja más significativa del bloque que tendrá la Cumbre, en la que por iniciativa de España se le dará a la comunidad iberoamericana un fuerte impulso institucional y perspectivas de acciones programadas para el desarrollo de los países miembros.
En un contexto de puntillosas medidas de seguridad y un esfuerzo organizativo apreciable, los mandatarios debatirán en los espacios formales que tiene la agenda de actividades, pero también prevén sacar provecho en diferentes contactos bilaterales pautados y espontáneos.
De hecho, el presidente Néstor Kirchner mantendrá un encuentro con el jefe del Estado español, José Luis Rodríguez Zapatero, y se vinculará con sus pares de Venezuela y Bolivia, respectivamente Hugo Chávez, y Evo Morales, como base de sus movimientos paralelos al esquema protocolar.
Desde hoy al domingo transcurrirá la Cumbre bajo el lema "Migraciones y Desarrollo", del que emergerán una Declaración política, el denominado "Compromiso de Montevideo" precisamente en materia migratoria, una Carta Cultural y una serie de comunicados temáticos, sobre todo lo cual estuvieron trabajando los equipos técnicos de la diplomacia de cada país.
Simultáneamente al debate y la redacción de los textos, la Cumbre por momentos se impregnó mediáticamente del conflicto que mantienen la Argentina y el Uruguay en materia pastera, al punto de que los principales medios periodísticos de este país le otorgaron sus primeras planas y destacados espacios.
Sobre la idea uruguaya de instalar el conflicto en el plano del MERCOSUR, sus funcionarios derramaron comentarios entre la numerosa prensa que asiste a la Cumbre y, por sobre esto, el propio presidente Vázquez se encargó de poner el tema sobre el tapete al hacer declaraciones periodísticas que abrieron una nueva instancia en el pleito.
También sumó confusión la serie de versiones que abonaron voces uruguayas sobre la posibilidad de que Kirchner terminase desistiendo de concurrir a la Cumbre, hasta que la reconfirmación oficial de su presencia aclaró la situación.
Argentina pugnó en la etapa previa a la instancia presidencial que comenzará hoy por dotar los textos que se aprueben de un fuerte "componente social" y que se haga una especial consideración a la necesidad que "las políticas económicas deben ser equilibradas" para que puedan ser el sustento de este objetivo.
La burocracia que convive en este tipo de reuniones de mandatarios fue también considerada por la secretaría general Iberoamericana, que planteó un cronograma de actividades que les permite a los jefes de Estado desarrollar sus inquietudes políticas.
Cumplida la formalidad de hoy, mañana será la jornada de mayor contenido, cuando en el hotel Radisson de esta ciudad se realicen las dos sesiones plenarias de los mandatarios.
También a partir de hoy empezarán a ser receptados en el ámbito de la Cumbre las conclusiones de las reuniones realizadas por empresarios en Punta del Este y de la sociedad civil en Piriápolis, como complemento de las tareas de los equipos técnicos.
Para el domingo quedará otro espacio para la concreción de reuniones bilaterales, la tercera sesión de mandatarios y una serie de conferencias de prensa para proporcionar el saldo final de la Cumbre, de acuerdo con la agenda oficial.