| Una dependencia del Ministerio de Comercio de China instó en una reunión con operadores a no comprar aceite de soja proveniente de la Argentina, según reveló ayer uno de los operadores que asistió al encuentro. El horizonte se oscureció en el desarrollado sector sojero local y en el Gobierno, que registraría una reducción en sus ingresos impositivos, fundamentalmente en concepto de derechos de exportación. Sólo por ese impuesto están en juego u$s 480 millones.
En una reunión de la Cámara de Comercio para Importación y Exportación de Productos Alimenticios, dependiente del Ministerio de Comercio chino, funcionarios asiáticos dijeron que la medida es parte de una disputa comercial más amplia. "Nos aconsejan que no compremos aceite de soja de la Argentina. Es parte de las medidas de represalia", dijo el operador de una firma internacional de comercialización.
La cámara convocó a un encuentro con las principales firmas de comercialización ayer por la tarde. No hubo funcionarios de la Cámara de Comercio o del ministerio disponibles inmediatamente para hacer comentarios al respecto.
Más temprano, fuentes del mercado dijeron que la agencia de cuarentena de China reforzaría los estándares de calidad para las importaciones de aceite de soja -que empezaría a regir desde el 1 de abril-, con lo que se establecía de hecho una restricción a los envíos de aceites comestibles desde la Argentina, mayor exportador del producto al país asiático.
La Argentina exportó 1,84 millón de toneladas de aceite de soja, por valor de u$s 1.400 millones a China en 2009, lo que implica el 77% de las importaciones totales de China. El resto llegó principalmente desde Brasil.
"Podría decirse que se debe a una preocupación por la seguridad alimentaria, pero la restricción a las importaciones de aceite de soja podría incrementar las importaciones de soja, y el Gobierno busca ser más autosuficiente a partir de la producción local", dijo un operador a la agencia Reuters.
El mismo operador indicó que la decisión da nuevas muestras de una creciente guerra comercial entre China y Estados Unidos, el mayor exportador mundial de productos agrícolas.
China, que ya es el mayor importador de soja del mundo, no puede producir suficientes aceites comestibles y debe importar grandes cantidades de aceite de soja crudo para sus refinerías.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires rápidamente manifestó "su profunda preocupación ante una medida de esta naturaleza".
"Una estimación conservadora indica que las exportaciones de aceite de soja a China podrían alcanzar en el presente año los u$s 1.600 millones. Cualquier restricción comercial pondría en peligro dicho monto", señalaron desde la entidad porteña en un comunicado.
El malestar se fundamentó en que "las empresas operarían sus plantas de crushing a un nivel subóptimo, afectando las multimillonarias inversiones que se han realizado en los últimos años y, con ello, los niveles de valor agregado y empleo", según alertaron desde la Bolsa.
En cuanto a la exigencia china sobre un límite máximo de residuos de hexano en los embarques de aceite de soja crudo, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) también emitió un comunicado en el que indicó que el país "vende bajo condiciones de calidad acordes con el estándar mundial y avalada por los contratos internacionales que regulan las operaciones comerciales", a la espera de que la resolución asiática no afecte la fluida relación comercial entre ambos.
Desde CIARA agregaron que una delegación del SENASA viajará a China en estos días "para la discusión del comercio agroalimentario bilateral". Asimismo, la entidad propuso al Gobierno un encuentro entre especialistas de ambos países «a fin de subsanar cualquier mal entendimiento».
Fuente: Ámbito Financiero.