| El presidente venezolano, Hugo Chávez, recibió ayer del Parlamento, controlado por sus seguidores, la autorización para legislar sobre un amplio conjunto de materias a lo largo de año y medio. "¡Viva el parlamentarismo social de calle, socialismo o muerte, venceremos!", exclamó la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, al declarar aprobada la llamada Ley Habilitante. El acto oficial se desarrolló fuera de la sede parlamentaria, en la plaza de Bolívar de Caracas, un feudo de los simpatizantes del presidente Chávez en pleno centro de la capital venezolana.
La Ley Habilitante permitirá a Chávez modificar una gran cantidad de leyes sin necesidad de cumplir los trámites parlamentarios habituales. Entre esas leyes se cuentan varias de naturaleza fiscal y económica, incluyendo las que le permitirán al Gobierno nacionalizar la industria del gas y varias importantes empresas de servicios públicos. Igualmente, establecerá normas para que la participación de las empresas extranjeras sea minoritaria en los negocios petroleros. También afecta a las materias de participación ciudadana, seguridad jurídica, ciencia y tecnología, ordenación del territorio, defensa, infraestructuras, transporte y servicios.
Otra variada gama de leyes, incluyendo la de Educación, serán reformadas mediante este procedimiento de vía rápida. Sectores opositores se han alarmado por la inclusión de este texto jurídico, pues Chávez ha afirmado reiteradamente que encaminará la educación hacia la senda del socialismo bolivariano.
Durante los próximos meses, el Gobierno también impulsará la reforma de la Constitución Nacional, la cual se encuentra a cargo de una comisión mixta Ejecutivo-Legislativo. El resultado de esta revisión debe estar listo a finales de este año, pues debe someterse a referéndum popular.
"Tenemos todo listo para irnos. Apenas termine el año escolar [en julio], nos vamos", dice Julia, venezolana, madre de dos niños, quien asegura que no se va a quedar esperando a que el Gobierno de Hugo Chávez le quite sus propiedades y hasta los despoje de la custodia legal de sus hijos. Julia es hija de inmigrantes canarios que arribaron a Venezuela en los años sesenta y ya ha tramitado los documentos de doble nacionalidad. "No somos los únicos, en el colegio de mis niños hay por lo menos 10 familias más que se van cuando finalice el año escolar", expresa Julia, quien está convencida de que Venezuela se encamina al comunismo y la ruina.