Chávez le regaló a Obama "Las venas abiertas de Am&

Cuando en una cumbre como la de las Américas que tiene lugar en Trinidad y Tobago se ha dicho tanto antes incluso de su comienzo, los gestos que acompañan las palabras pueden darle un giro inesperado a los acontecimientos. Y eso es exactamente lo que parece estar pasando en Puerto España, donde un apretón de manos y un libro parecen haberle dado una vuelta radical a una cita que se preveía más que difícil. En la mañana de hoy sábado, el presidente venezolano, Hugo Chávez, le regaló a su par estadounidense, Barack Obama, un libro, antes del primer encuentro bilateral del mandatario norteamericano con los líderes de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), según pudo constatar la prensa. Se trata del ensayo del escritor uruguayo Eduardo Galeano "Las venas abiertas de América Latina", uno de los libros clave para comprender el pasado reciente y no tan reciente de la región y su complicada relación con Estados Unidos. Un guiño a Obama a la par que una réplica quizás también al gesto de la víspera del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que sorprendió a propios y ajenos al acercarse al mandatario venezolano para estrecharle la mano. El presidente venezolano había llegado el viernes a Puerto España con el hacha de guerra desenfundada. No, ni Venezuela ni los demás países de la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) iban a firmar la Declaración de Trinidad, adelantó ya desde su país. Y tampoco se iban a marchar sin dejar de poner bien claro sobre la mesa el tema de Cuba y su "injustificable" exclusión en la primera oportunidad que tuvieran de encontrarse con Obama. Pero ésta llegó casi de inmediato y las palabras duras dejaron paso a gestos amables. La prensa trinitense, y muchos medios extranjeros, resaltan hoy en sus portadas el momento en que Obama estrechó a Chávez la mano, ante la sorpresa de éste. "Let’s be friends", seamos amigos, coinciden en titular la histórica foto varios de los rotativos. "Un nuevo comienzo", reproducen otros cuantos. El propio Chávez relató luego a los medios el encuentro, que tuvo lugar cuando los mandatarios se preparaban para comenzar la ceremonia inaugural de la cumbre. "Nos dimos la mano como todo caballero, ¿no?", declaró Chávez. "Yo agradezco su gesto de haberse acercado directamente a darnos la mano pues, yo no podía rechazar un gesto de tal delicadeza". Aunque, a la vez, en otro gesto que podría tener una segunda lectura, Chávez reveló que le había dejado claro a Obama que la mano que le daba era "la misma" que ocho años antes había estrechado la de su predecesor George W. Bush, quien se convertiría poco después en el "Satán" del mandatario venezolano. La delegación norteamericana explicó más tarde que también el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, "llegó y se presentó al presidente (Obama)", quien le respondió en español que era un "gusto" conocerlo. El gesto no impidió que Ortega pronunciara el discurso más largo y duro contra Estados Unidos de toda la ceremonia, pero Obama, que provocó los aplausos más fuertes de toda la jornada, y eso en un ámbito mayoritariamente latinoamericano y donde el tema de Cuba pesaba sobre todos, recogió el guante y a su turno bromeó con el mandatario nicarag¸ense, distendiendo el ambiente de nuevo. "Le agradezco al presidente Ortega que no me haya culpado de cosas que pasaron cuando yo tenía tres meses", dijo Obama en medio de las risas del auditorio. Aún quedan dos intensos días de encuentros, negociaciones y discursos. Y mucho espacio para nuevos gestos. Hay un consenso generalizado en Puerto España de que el caldeado ambiente inicial ha bajado unos grados. Pero pese a ello, todavía no se ha revelado si a las buenas palabras, apretones de manos y regalos seguirán gestos contundentes como un consenso hemisférico o la mera firma conjunta de la Declaración Final. Fuente: DPA.