Benedicto XVI pidió el fin de los secuestros en Colombia
| El Papa hizo un llamamiento para que "se acabe con ese sufrimiento inhumano y se encuentren caminos de reconciliación" y elevó súplicas por los rehenes y sus familias.
El papa Benedicto XVI hizo un llamamiento hoy para que se pongan fin a los secuestros en Colombia, "se acabe con ese sufrimiento inhumano y se encuentren caminos de reconciliación".
El Pontífice hizo el llamamiento ante varios miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano para el tradicional rezo de mediodía. "No dejo de elevar fervientes súplicas a Dios por Colombia, donde, desde hace tiempo, muchos hijos e hijas de ese amado país padecen la extorsión, el secuestro y la pérdida violenta de sus seres queridos", dijo el Papa, hablando en español.
Benedicto XVI también tiene previsto saludar el próximo miércoles en el Vaticano a Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial colombiana Íngrid Betancourt, secuestrada desde el 2002 por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La madre de Betancourt se entrevistará el próximo martes con el alcalde de Roma, Walter Veltroni, que conferirá a Ingrid la ciudadanía honoraria de la capital italiana.
El Papa Ratzinger ya ha mostrado en otras ocasiones su preocupación por la situación de los secuestros en Colombia.
Así, el pasado 1 de julio expresó su "tristeza" por el "bárbaro asesinato" de once diputados regionales en el Departamento del Valle del Cauca, que durante cinco años estuvieron secuestrados por las rebeldes FARC.
El Pontífice hizo en aquella ocasión un "apenado" llamamiento para que cesen todos los secuestros y sean liberadas todas las personas que aún están en manos de sus secuestradores.
El Papa exigió a los secuestradores que sean devueltos a sus familiares "todos los que todavía son víctimas de esas inadmisibles formas de violencia".
No fue el único llamamiento, ya que un mes antes, también durante el Ángelus se refiriera al "doloroso caso de Colombia".
Benedicto XVI también expresó su preocupación por los secuestros el 9 de enero del pasado año, cuando durante la presentación de las cartas credenciales del embajador colombiano ante la Santa Sede, Juan Gómez Martínez, manifestó su "ardiente deseo" de que en el país suramericano se ponga fin al "cruel flagelo de los secuestros".