Benedicto XVI llamó a promover el bien común para derrot
| El papa Benedicto XVI invitó este domingo de Pascua al mundo para que manifieste "la solidaridad a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos" y se abra "el corazón a la acogida" para aquellos que huyen de guerras y conflictos. Además se reclamó "promover el bien común y construir una sociedad en la que la pobreza sea derrotada".
"Que en Libia la diplomacia y el diálogo ocupen el lugar de las armas y en la actual situación se favorezca el acceso a las ayudas humanitarias a cuantos sufren las consecuencias de la contienda", clamó el Papa en referencia al conflicto que vive el país africano.
"Que el fulgor de Cristo llegue también a los pueblos de Oriente Medio, para que la luz de la paz y de la dignidad humana venza a las tinieblas de la división, del odio y la violencia", agregó el pontífice.
En su mensaje, el pontífice invitó en particular a los jóvenes de África y Oriente Medio a "promover el bien común y construir una sociedad en la que la pobreza sea derrotada y toda decisión política se inspire en el respeto a la persona humana", dijo.
El papa Benedicto XVI invitó este domingo de Pascua al mundo para que manifieste "la solidaridad a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos" y se abra "el corazón a la acogida" para aquellos que huyen de guerras y conflictos.
Decenas de miles de fieles siguieron en la plaza de San Pedro de Roma, en una atmósfera festiva, la misa del domingo de Pascua. Vestido con hábitos litúrgicos dorados, en señal de fiesta, el Papa encabezó ante cardenales y obispos la celebración en la plaza de San Pedro, adornada con miles de flores.
Decenas de miles de fieles, unos cien mil según fuentes vaticanas, asisten en la plaza de San Pedro del Vaticano a la misa solemne del Domingo de Resurrección, que oficia el papa Benedicto XVI.
Después de la misa, el Pontífice leerá el Mensaje Pascual e impartirá la bendición "Urbi et Orbi", a la ciudad de Roma y a todo el mundo.
Benedicto XVI, de 84 años, concelebra la misa con los cardenales Jean Lous Tauran y Raffaele Farina. Al rito asisten decenas de purpurados, obispos y sacerdotes.
Como ocurre desde el año 2000, cuando se recuperó una tradición perdida desde hacía 800 años, en el altar está colocado el icono del Santísimo Salvador conocido como "Acheropita".
Se trata de una de las imágenes más veneradas de la cristiandad y que se conserva en la capilla del "Sancta Santorum" existente en el edificio anexo a la basílica de San Juan de Letrán, donde está la Escalera Santa que según la tradición subió Jesús durante su pasión.
Antes de comenzar la misa, el Papa oró unos minutos antes el icono del Santísimo Salvador.
Tras la proclamación del Evangelio intervendrá un coro ortodoxo. La plaza vaticana está adornada con 42.000 flores, multicolores, entre ellas rosas, claveles, lirios, flor del manzano y tulipanes, así como rododendros, azaleas, magnolias, narcisos, jacintos, todas ellas procedentes, como ya es tradición, de Holanda.
A la ceremonia asisten miles de polacos llegados ya a Roma para participar el próximo domingo, 1 de mayo, en la beatificación del papa Juan Pablo II.
El Mensaje Pascual pondrá fin a los ritos de la Semana Santa. A media tarde, Benedicto XVI partirá hacia la residencia de Castel Gandolfo, situada unos 33 kilómetros al sur de Roma, para pasar unos días de descanso.
Regresará el miércoles al Vaticano para la audiencia pública y volverá a Castel Gandolfo, para regresar definitivamente el 30 de abril y seguir desde el Vaticano la Vigilia en el Circo Massimo de Roma con motivo de la beatificación al día siguiente, 1 de mayo, del papa Wojtyla.
Fuente: EFE.