Miércoles 2 de Abril de 2014, 10:56

Bachelet decretó zona de catástrofe a regiones afectadas

| La Presidente de Chile, Michelle Bachelet, decretó esta madrugada zona de catástrofe a las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá a causa del terremoto de 8,2 en la escala de Richter que afectó anoche el norte del país.

Decretar zona de catástrofe significa que las Fuerzas Armadas asumen el mando en esas regiones, controlando la entrada y salida de la zona y el tránsito en ella. De esta forma se busca evitar saqueos y desórdenes, además de dictar las directrices e instrucciones necesarias para el mantenimiento del orden en la zona. Además, Bachelet, desde el Palacio de La Moneda, lamentó el fallecimiento de cinco personas en Iquique y Alto Hospicio a causa del terremoto. También remarcó que los comités de emergencia se conformaron rápidamente después del terremoto y la alerta de tsunami se declaró con prontitud. Aclaró que el Ministro del Interior, Rodrigo Penailillo, se mantendrá a cargo del comité de emergencia de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) hasta que se levante la alerta de tsunami. Confirmó que las clases se suspenden en las regiones afectadas, además de llamar a mantener la calma y seguir las órdenes de la autoridad. Antes de cerrar su alocución, Bachelet expresó "agradezco los llamados que recibí de la Presidente de Argentina, Cristina Fernández, el presidente Humala de Perú y el embajador de Brasil", que ofrecieron su ayuda a Chile. Según se informó la mandataria, viajará, junto a un grupo de ministros, a las zonas afectadas par analizar los daños y coordinar la ayuda. Minutos antes de la conferencia, en el cuarto informe entregado por la Onemi, el Ministro del Interior anunció que la alerta de tsunami se mantiene, pero se suspende dicha alerta entre Puerto Chacabuco (2.300 kilómetros al sur de Santiago) y la Antártida. También confirmó que el borde costero fue evacuado en un ciento por ciento. El terremoto se registró a las 20.46 y el epicentro se registró en el mar, a 85 km al suroeste de Cuya, 115 kilómetros al sur de Arica y 1.900 kilómetros al norte de Santiago, con una profundidad de 44 kilómetros. El fuerte sismo causó gran inquietud en la población de las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá y posterior al movimiento telúrico se registraron embotellamientos vehiculares mientras la población intentaba retirarse hacia zonas seguras. Situaciones similares se vivieron en Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Concepción y casi todas las localidades costeras del país, en donde la población se estaba evacuando hacia zonas seguras, pero al hacerlo en vehículos se generaron embotellamientos de grandes magnitudes. Algunas localidades del norte de Chile todavía se encuentran sin energía eléctrica, aunque las autoridades todavía no informaron de daños causados por el terremoto. La red de telefonía quedó colapsada, por lo que la mejor manera de comunicarse era con mensajes de textos. En una primera instancia se había calculado que el terremoto habría sido de 7.8 en la escala de Richter, pero después de una hora el Centro Sismológico Nacional (CSN) subió la magnitud a 8,2. Las primeras olas del tsunami arribaron pocos minutos después del terremoto a las zona de Pisagua, Iquique y Patache, aunque el mar se volvió a recoger, por lo que la alerta de tsunami continúa, ya que la segunda y tercera ola podrían ser más grandes. Con este movimiento telúrico se confirma lo anunciado por expertos, que esperaban un gran terremoto en el norte de Chile, ya que hacía muchos años que la región tenía una laguna sísmica y la placa de Nazca estaba ejerciendo mucha presión contra la Sudamericana. Fuente: Télam.