Sociedad | Desesperada búsqueda de sobrevivientes después del deslave que dejó al menos 254 muertos y 400 heridos en Mocoa, en el sur de Colombia.
De acuerdo con el más reciente reporte del ejército colombiano, hay al menos 254 muertos, 400 heridos y 200 desaparecidos en ese municipio del Departamento de Putumayo, donde viven cerca de 45.000 personas.
El gobierno colombiano ya declaró a la zona bajo estado de calamidad. Policías, militares, bomberos y personal de emergencias se encargan de las labores de rescate.
Estas no se interrumpieron ni durante la noche del sábado, con los organismos de socorro empleando drones equipados con cámaras térmicas en la búsqueda de personas con vida debajo del lodo, rocas y desechos que cubren varios barrios de la capital de Putumayo.
Se da por descontado que, con la llegada del día, las autoridades tendrán que actualizar, a lo alto, el número de víctimas fatales. Pero entre los rescatistas todavía hay esperanza.
"Estamos concentrando todos los esfuerzos en rescatar a personas con vida en las primeras 72 horas; todos los organismos de socorro trabajamos coordinados para acelerar al máximo el proceso de búsqueda", dijo el director de Defensa Civil, general Miguel Ernesto Pérez., según declaraciones recogidas por la revista Semana.
Por lo pronto, las imágenes que legan de la zona afectada son impresionantes: lodo y gigantescas piedras cubren barrios enteros, gigantescos árboles yacen en el suelo, arrancados por la fuerza de las aguas.
"Dicen que fueron tres ríos que se desbordaron, pero (fue) como si el mar hubiera pasado por el barrio", le dijo al diario colombiano El Espectador uno de los testigos de la tragedia, Octavio Hernández.
"Solo alcanzamos a sacar las niñas. En minutos, la avalancha acabó con todo, nada nos quedó", le contó por su parte al diario El Tiempo Alexander López, un vecino del barrio de San Fernando.
Los ríos que se desbordaron después de una jornada de intensas lluvias fueron el Mocoa, el Mulato y el Sangoyaco.
El agua y el barro se llevaron consigo viviendas, postes de energía, vehículos y árboles, afectando a unos 17 barrios.
"Hay barrios que desaparecieron por completo", le dijo el alcalde de Mocoa, José Antonio Castro, a la revista Semana.
La magnitud de la catástrofe se agrava por el aislamiento de esta zona de Colombia, situada en la región amazónica, en la frontera con Ecuador, que carece de suficientes vías de acceso, pues solo se puede llegar a Mocoa por vía aérea o por precarias carreteras que la comunican tras varias horas de viaje.
Los habitantes de Mocoa están acostumbrados a convivir con una naturaleza de selva y ríos caudalosos, sin embargo, fueron sorprendidos por el inusual aguacero que precedió al desatre.
La gobernadora del departamento de Putumayo, Sorrel Aroca, calificó al desastre natural como una "tragedia sin precedentes".
"Ante la gravedad de situación en Mocoa, Putumayo, declaré 'Calamidad pública' para agilizar operaciones de rescate y ayuda", informó por su parte, a través de su cuenta de Twitter el presidente Juan Manuel Santos.
"Tragedia de Mocoa me duele como Presidente y ser humano. Mis más sentidas condolencias a cada familiar de las víctimas", dijo también el mandatario.
Este sábado en la mañana, el Presidente canceló su agenda para viajar hacia el lugar del desastre, junto con Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, el Ministro de Ambiente, Gilberto Murillo, y otros funcionarios.
"No sabemos cuántos (fallecidos) van a ser, seguimos buscando y lo primero que quiero decir es que mi corazón y el de todos los colombianos están con las víctimas de esta tragedia", dijo el mandatario a periodistas poco después de llegar al municipio afectado.
Según el mandatario, "hay mucha gente desaparecida" y se está haciendo un censo de las personas que no han sido halladas, con base en las informaciones que están suministrando los familiares.
Entre la víctimas hay 10 niños que todavía no han encontrado a sus padres y están bajo los cuidados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad oficial de protección a la infancia.
El propio alcalde de Mocoa, José Antonio Castro, quien no había podido llegar a la ciudad porque ayer estaba en un congreso de municipios en Cartagena de Indias, dijo a periodistas en Bogotá que él también está entre los damnificados porque la avalancha se llevó su casa, pero su familia está a salvo.