| Los neurocirujanos que operaron al primer ministro israelí han logrado detener la hemorragia masiva que sufrió y terminó la intervención quirúrgica. Los doctores no descartan una nueva operación ya que califican la situación como "muy sensible" y Sharon ya delegó el poder. Darán un parte médico para las próximas horas.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, "está vivo" tras la operación de unas seis horas a la que fue sometido, dijo un vocero sanitario a la radio israelí Yael Bosem-Levy.
El vocero, quien se identificó como portavoz del hospital Hadassah, respondió con un escueto "sí", cuando los periodistas que montan guardia en el nosocomio le preguntaron si el premier había sobrevivido a la intervención.
Otras fuentes confirmaron el fin de la operación y dijeron que Sharon será sometido a estudios para determinar el grado de lesión que sufrió y si será necesaria otra operación.
La operación a que fue sometido el primer ministro israelí Ariel Sharon concluyó poco antes de las 5.30 locales (3.30 GMT). Según fuentes médicas, "drenó la hemorragia y algunos vasos fueron cauterizados".
No obstante, las fuentes calificaron la situación como "muy sensible" y anunciaron un parte médico del hospital para las próximas horas.
El médico de Sharon, Bolek Goldman, abandonó el hospital Hadassah, de Jerusalén, junto a dos colaboradores del premier, el secretario de gabinete, Yisrael Maimon, y el consejero político Erez Halfon.
Halfon sólo dijo que la situación "es muy delicada". El médico Goldman volvió a ingresar al hospital poco después, pero sin formular declaraciones.
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, sufrió un ataque cerebral masivo que puede llevarle a la muerte o la incapacidad, informaron fuentes sanitarias.
El colapso afectó a Sharon cuando se preparaba para dar batalla en las elecciones parlamentarias del próximo 28 de marzo con la esperanza de mantenerse en el gobierno de Israel, un país pendiente del proceso de paz con los palestinos en Medio Oriente.
El diario israelí Haaretz informó en edición digital que el primer ministro israelí sufrió la paralización de gran parte de su cuerpo, tras sufrir un derrame cerebral.
"Estamos esperando un milagro", dijeron allegados de Sharon citados por la televisión israelí, de acuerdo con un despacho de la agencia italiana ANSA. Distintas sinagogas israelíes llamaron a los fieles a orar por la salud del primer ministro, mientras la mayor parte de los portales informativos del mundo subieron la noticia a la cabeza de sus agendas.
Varios líderes dxel mundo y políticos israelíes de la oposici•n y el oficialismo dieron inmediatas muestras de su interés por la salud de Sharon, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Sharon fue hospitalizado poco después de sufrir el ataque en el hospital Haddash de Jerusalén, donde los médicos ordenaron todo tipo de exámenes y cuidados intesivos ante la gravedad del cuadro.
El secretario de Gobierno de Israel, Yisrael Maimon, dijo que Sharon está en una situación de "coma farmacológico" y que el poder fue transferido al vicepremier, Ehur Olmert.
Sharon, con 118 kilogramos de peso, había sufrido el 18 de diciembre pasado un derrame cerebral leve que forzó su hospitalización durante un par de días. En su primer diagnóstico, el médico Shmuel Mor Yossef sostuvo que el gobernante sufrió un "ataque cerebral significativo".
El premier fue trasladado al hospital Haddash después de denunciar una dolencia, según sus allegados a la altura del pecho.
Sharon fundó semanas atrás un nuevo partido, el Kadima (Adelante en hebreo), luego de renunciar al Likud, la fuerza política que lo llevó al Gobierno.
El premier consiguió el respaldo de varios líderes políticos de Israel e, incluso, la adhesión de otros miembros del Likud, lo cual le ha dejado en buena posición con miras a las lecciones de marzo próximo.
Sharon, de tendencia derechista y considerado como un enemigo acérrimo de los palestinos en sus primeros pasos en la alta política israelí, fue hace 30 años uno de los fundadores del Likud, el partido que lo llevó al poder en el año 2001.
Fue acusado por los palestinos de las matanzas de Sabra y Chatila, en el Líbano, en 1982. En sus últimos años lució en busca de la paz con los palestinos y apoyó una "hoja de ruta" para la paz con Palestina que le creó múltiples problemas con sus compañeros del Likud.
La retirada de la Franja de Gaza, después de 38 años de ocupación, terminó de separarlo del Likud y abrió una nueva era en Medio Oriente, tras la muerte de su archienemigo, el líder palestino Yasser Arafat, el 11 de noviembre de 2004. Fuente: Télam-SNI.