Argentinos en cuarentena por la gripe aviaria en Israel
| "La situación en principio fue de pánico, pero ahora nos estamos acostumbrando", expresa Marcelo Flasik, un argentino que vive en uno de los dos kibutz del sur de Israel donde se detectó un foco de gripe aviaria.
"Desde anteanoche mi teléfono no para de sonar, me llamaron desde todos los medios", dijo Flasik en una conversación telefónica con La Nación. Los primeros análisis indicaron la presencia del H5N1, la cepa más virulenta de la gripe aviaria. "Acá ya están tomando todas las acciones sanitarias correspondientes", agregó.
Al margen de haberse declarado toda la zona donde vive en cuarentena después de la muerte de más de 11.000 aves, hoy un equipo del departamento de Veterinaria del Estado israelí comenzará a sacrificar todos los pavos y pollos de las granjas del lugar, incluso los del criadero donde Flasik trabaja como encargado junto a otro argentino, Luis Rotman, y a dos tailandeses.
"Cavarán fosas comunes, acá sacrificarán unos 14.000 pavos, y enterrarán todo lo que hay en el criadero: los cuerpos de las aves, tierra, excrementos, todo", explicó este porteño de 46 años, que vive en el kibutz de Ein Hashloshá, uno de los sitios golpeados por la gripe aviaria, junto al kibutz Holit.
"La cuarentena empezó esta mañana y significa que coche que entra o sale del kibutz tiene que pasar por una desinfección, y que nadie se puede acercar a 300 metros del criadero, salvo las personas que trabajamos ahí", detalló.
Como en una película de ciencia ficción, Marcelo ahora tiene que vestirse como si fuera un astronauta. Con dos overoles con capucha -uno de tela abajo, y uno de papel tipo servilleta grueso, arriba, de color blanco-, guantes, botas (sobre las cuales también se pone una bolsa de nylon elastizada), antiparras para los ojos, y una máscara con filtro para boca y nariz.
"Desde el primer día que detectamos que había pavos enfermos nos ponemos eso." Flasik contó cómo descubrieron que se trataba de gripe aviaria: "Siempre hay enfermedades en los criaderos. Normalmente, todos los días, cuando entrás al criadero, de 8000 aves sacás 3 o 4 muertas. Pero si ves que la mortandad sigue aumentando, te suena la alarma, sobre todo estando al corriente de lo que está pasando en el mundo con la gripe aviaria. Fue así como agarramos una muestra y la llevamos a un laboratorio y nos encontramos con todo esto", contó. "Ahora nos estamos ordenando, pero estamos tranquilos porque el gobierno se encargó de mandar gente para ayudarnos", agregó.
Casado, con dos hijos de 14 y 16 años, Flasik vive en Ein Hashloshá, muy cerca de la Franja de Gaza, desde hace 12 años. ¿Por qué se fue de la Argentina? "Por idealismo", contestó, y aclaró que las políticas del ex presidente Carlos Menem contribuyeron en su decisión de emigrar.
Ein Hashloshá es un kibutz latinoamericano donde viven unas 120 familias, de las cuales un 50 por ciento son argentinas, y el otro 50 %, uruguayas. Allí, Flasik trabaja desde hace cinco años en una empresa israelí que alquila un criadero de pavos.
Mientras la Comisión Europea prohibió ayer la importación de pollos vivos, carne de pollo, huevos y productos derivados de Israel, trascendió que tres personas que estuvieron en contacto con aves infectadas fueron hospitalizadas, por precaución.
Flasik nunca se hubiera imaginado que se iba a topar con semejante escenario. "No nos esperábamos para nada a la gripe aviaria porque acá se trabaja con muchísimo cuidado. El orden, la limpieza y la desinfección son normas de rutina, así que nunca hubiera pensado que pasaría algo así... Pero evidentemente nadie está exento", dijo.
-¿Cómo cree que pudo llegar?
-Hubo casos en Egipto, que queda muy cerca, y varios en Gaza. No sé, un golpe de aire, un pájaro que cruzó el alambre, y ya está.
-¿Extraña la Argentina?
-Viajo para allá, aunque no regularmente... Y sí, uno extraña. Pero cuando me pongo más frío que melancólico, pienso que la Argentina no es para mí... me acostumbré a la estabilidad económica, al orden, a que no hay corrupción... es otra historia acá.
-Pero también hay un estado de conflicto permanente...
-Sí, existe el conflicto palestino-israelí, pero cuando estuve la última vez en la Argentina vi que allá vivían mucho más aterrados por todo el tema de la inseguridad. Que no te pongas el reloj, que no vuelvas a tal hora, que cuidado con los chicos... hasta tuve ganas de volverme antes a Israel.
Fuente: diario La Nación.