| La aerolínea American Airlines y su casa matriz, el holding AMR, anunciaron que se amparan en la Ley de Quiebras para ordenar sus finanzas, aunque mantendrán sus operaciones y seguirán volando normalmente. Esto provocó el desplome de sus acciones, que llegaron a caer hasta un 97% (a u$s 64 centavos) en las operaciones previas a la apertura del mercado y finalmente descendieron 83,95%.
"El capitulo 11 (de la Ley de Quiebras) aboga por el interés de la empresa y de sus inversionistas", afirmó la compañía, que también informó la renuncia de su presidente ejecutivo, Gerard Arpey. La línea señaló que espera que esta estrategia la ayudará a asegurar "su viabilidad a largo plazo" al optimizar costos y reducir la carga de la deuda manteniendo sus actividades.
Al acogerse a la Ley de Quiebras, la empresa con sede en Texas y con una extensa cobertura del tráfico aéreo en Estados Unidos y en América Latina, podrá reestructurarse con un mayor espacio legal de maniobra para renegociar o cancelar servicios o contratos salariales.
"Esta es una decisión difícil, pero es necesaria y es el camino correcto a tomar y hay que hacerlo ahora para ser una aerolínea más eficiente, más robusta en sus finanzas y más competitiva", dijo el presidente Thomas Horton, quien reemplazará a Arpey.
La quiebra de la compañía conocida por el acabado metálico de sus aviones no es sorpresa para el mercado. La cesación de pagos se volvió incluso "deseable", afirmó Richard Aboulafia, de la consultora Teal Group.
"El momento de esta suspensión de pagos estratégica es lógica dada la reciente escalada del precio del carburante, el éxodo de viajeros hacia las compañías rivales, los retrasos de las negociaciones salariales con los sindicatos", apuntó la firma Sterne Agee.
La empresa, que opera en 260 ciudades en una red que cubre 50 países y territorios, insistió en que "continuaría operando normalmente". Sin embargo, estos objetivos fueron rebajados por algunos analistas de la industria.
Los pilotos de American Airlines sostienen haber puesto suficiente de su parte, haciendo importantes sacrificios financieros durante la crisis anterior, en 2003, cuando el grupo era el líder mundial del sector. El principal sindicato de pilotos de la compañía, APA calificó la quiebra de AMR como una "nueva sombra para los 8.000 pilotos de American Airlines".
En tanto, el sindicato TWU, que representa a la mayoría de los empleados de la empresa, estima que las negociaciones con la directiva serán "largas y desagradables". En el tercer trimestre, la endeudada AMR registró pérdidas por encima de las previsiones, en 162 millones de dólares, en su cuarto trimestre consecutivo en rojo.
Los rumores sobre que AMR se acogería a la Ley de Quiebras han circulado durante meses, luego de una inusual alza en las jubilaciones de pilotos y de que estos profesionales intentaran deshacerse de sus activos en la empresa.
Muchas de las grande líneas aéreas estadounidenses entraron en banca rota en algún momento desde 1978, según datos de la Asociación de Transporte Aéreo. La mayor parte emergió desde la bancarrota, con la excepción de PanAm, que desapareció en 1991.