| Un deshielo masivo en Groenlandia, hambrunas en Rusia, desplazamientos masivos en África... Los riesgos que comporta el cambio climático son en muchos aspectos mayores de lo que se creía, según un estudio elaborado por numerosos científicos presentado en Londres.
El informe detalla los debates y aportes de más de 200 científicos de 30 países en la conferencia organizada en febrero pasado por la Oficina Meteorológica del Reino Unido para estudiar la manera de evitar los riesgos del cambio climático.
Aunque las cifras de calentamiento que manejan los científicos pueden parecer banales a ojos del profano, sus consecuencias pueden ser enormes.
Por ejemplo, un aumento de un grado centígrado en la temperatura media del globo sólo beneficiaría a unas pocas regiones situadas en zonas altas, pero perjudicaría a multitud de áreas a nivel del mar, aumentaría la acidez de las aguas, afectaría a toda la cadena alimentaria marina y destrozaría los arrecifes coralinos.
En la actualidad, el nivel del mar aumenta a razón de 1,8 centímetros cada 10 años, lo que significa que en mil años podría subir siete metros.
Un incremento de 2,7 grados en las temperaturas afectaría a la capa de hielo de Groenlandia. Si superara los tres grados, podría desestabilizar los hielos antárticos, mermarían las cosechas mundiales, se triplicarían las hambrunas en Europa y Rusia, África viviría un desplazamiento a gran escala de su población debido al crecimiento de los desiertos, 2.800 millones de personas sufrirían problemas de falta de agua, desaparecería el 97 por ciento de los corales marinos, se extinguirían los osos polares y la malaria se extendería por África y América del Norte.
Los científicos creen que existe la tecnología para frenar el cambio climático, como las energías renovables o el carbón limpio, pero admiten que su puesta en marcha a gran escala está condicionado por cuestiones económicas, políticas y de costumbres.
Los especialistas, que intentaban cuantificar los límites soportables del calentamiento de la tierra y las medidas que se deberían tomar para reducir o paliar ese problema, consideran muy difícil que se pueda cumplir el objetivo que se había fijado la Unión Europea de estabilizar las emisiones de dióxido de carbono en 450 partes por millón (ppm) para evitar que el cambio climático aumente en más de dos grados centígrados la temperatura de la tierra. En la actualidad la atmósfera contiene 380 ppm de dióxido de carbono.
David King, jefe de los asesores científicos del gobierno británico, estima que en 10 años se llegará a 440 ppm. “El objetivo de los 450 ppm, me temo, es imposible”, aseguró.
Por: Veronica Odetti/InfoExtra Digital